La semana próxima concluirán las actividades informativas de Par 7 online, simplemente porque ya no quedan en el calendario eventos importantes del golf nacional e internacional.
Es un buen momento para reflexionar sobre lo que fue este 2017 en términos del golf mexicano.
Veamos las cosas buenas:
Desde luego, no hay mejor noticia que los resultados obtenidos por nuestros más importantes representantes en el golf profesional: Gaby López, en el LPGA Tour, y Abraham Ancer y Roberto Díaz en su paso al PGA Tour. En el mismo camino, pero no con menos méritos, el impresionante desempeño de José de Jesús Camarón Rodríguez en el PGA Tour Latinoamérica y la sorprendente temporada en el Ladies European Tour de la capitalina Ana Menéndez.
Como mencioné en la editorial de la semana pasada, Gaby jugó en 28 torneos, consiguió dos top-10 y concluyó la temporada en el lugar 62, con ganancias superiores los 610 mil dólares. Gracias a sus resultados como podrá jugar los torneos que desee el año próximo. Ya se atisba su primer triunfo en el horizonte.
Ana, por su parte, participó en nueve torneos en el circuito del viejo continente, consiguiendo un subcampeonato; concluyó en la 11ª posición en la Orden al Mérito, garantizando su participación en el próximo calendario.
Durante la temporada regular, Ancer participó en 24 torneos, logrando tres subcampeonatos, siete top-10, 11 top-25 y pasó el corte en 18 ocasiones. Obtuvo ganancias por US$295,528, concluyendo en el tercer lugar. Su temporada podría calificarse como estupenda, faltándole únicamente la victoria para haber sido extraordinaria.
Bobby Díaz jugó también 24 torneos, consiguiendo un subcampeonato, un tercero, dos top-10, seis top-25 y pasó el corte en 17 ocasiones. Obtuvo ingresos por US$157,823, concluyendo en la posición 25.
El Camarón irapuatense jugó en 13 torneos, consiguiendo dos victorias — el 70º Avianca Colombia Open y el Abierto de Paraguay, sus triunfos tercero y cuarto en el Tour—, dos subcampeonatos, seis top-10, seis to-25, pasó el corte en 11 ocasiones, logrando ingresos de US$119,001. Su premio por haber terminado en el número 1 del Tour fue una credencial de plenos privilegios para competir en el Web.com Tour el año próximo. Será su revancha personal con esta Gira. En lo personal, creo que está jugando su mejor golf, que se encuentra emocionalmente controlado y que su potencial es inimaginable. Podríamos verlo ganar en la gira de ascenso.
De última hora, fue emocionante enterarnos de que gracias a su gran actuación en la etapa final de la Q-School de esta gira, el poblano Gerardo Ruiz tiene garantizada su participación en los ocho primeros torneos del Tour en 2018. De su desempeño dependerá su continuidad.
Otra gran noticia ha sido, sin duda, la reanudación del golf profesional mexicano, a través de la Greg Norman Academy Professional Golf Tour, cuyo nombre nos obliga a la pregunta: ¿por qué carajos debe tener nombre en inglés una Gira mexicana patrocinada por la CONADE? Más allá de esta total ridiculez, es sumamente grato saber que nuestros pros ya tienen de nuevo arenas de competencia y coliseos para demostrarnos sus grandes talentos. Fueron siete torneos de los cuales el Camarón Rodríguez ganó cuatro.
Golf amateur
Las noticias con respecto al golf amateur han sido muy positivas en los últimos años. Muchos de los nombres que hoy brillan en el golf profesional mexicano —Carlos Ortiz, Abraham Ancer, Roberto Díaz, Gerardo Ruiz y Armando Favela, por mencionar solo algunos—, son producto de los programas de competencia de la Federación Mexicana de Golf; y, a decir de los talentos femeniles que vienen en camino, como María Fassi —extraordinaria en el golf colegial de los Estados Unidos— o Isabella Fierro —campeona del Nacional de Aficionadas, del Sudamericano en Argentina y del 2017 North&South women's Amateur Championship, este mismo año—, no me queda duda de que las cosas están funcionando bien en ese departamento del golf mexicano.
A decir de sus resultados y temperamento, estoy seguro de que tanto María como Isabella, tendrán un terso paso al profesionalismo y llegarán al LPGA Tour, donde se mantendrán por muchos años.
Las cosas no tan buenas
Como mencioné en mi editorial del número 306 de Par 7 online, el año que está por terminar fue un año prácticamente perdido para las jugadoras que militan en el Symetra Tour, con excepción de Alejandra Llaneza, cuyo calendario combinó torneos de esta gira con algunos del LPGA Tour.
Sin ahondar en detalles, como lo hice en aquel artículo, baste decir que ninguna de las cinco mexicanas que compitieron en la segunda etapa de la Q-School calificó para la tercera. Ello, a pesar del importante apoyo económico que reciben de IGPM (Impulsando al Golf Profesional Mexicano), año con año. Definitivamente, no están suficientemente entrenadas para el reto profesional y mejor se deberían invertir esos recursos en una mejor preparación.
El OHL y el WGC
La 11ª edición del OHL Classic at Mayakoba —primer torneo del PGA Tour en América Latina— fue, al igual que las anteriores, un gran éxito. Desafortunadamente, su continuidad es todavía un misterio, pues el contrato entre los desarrolladores y el circuito termina el año próximo, y no hay visos de una probable renovación, ya que el desarrollo tiene un nuevo accionista mayoritario. De no encontrar inversionistas entre gobierno e iniciativa privada, la del año próximo será la última edición de esta serie de grandes torneos. Ojalá no sea así, por el bien de esa incomparable región del Caribe mexicano.
La celebración del WGC-México Championship colocó a la región central del país en el mapa mundial del golf de elite. Haber visto competir a la inmensa mayoría de los mejores golfistas del planeta y ver ganar el número 1 del ranking mundial, en un Club de Golf Chapultepec que se defendió con gallardía y no permitió puntuaciones escandalosas bajo par, resultaron en un torneo memorable y esperamos que las próximas ediciones sean aún mejores.
Nos queda una semana más con todo y su editorial. Mientras tanto, un abrazo a todos y feliz comienzo del esperadísimo Guadalupe-Reyes.
fdebuen@par7.mx
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