Todavía adolorido por el bogey que le costó la derrota contra Kisner en la semifinal, el italiano Francesco Molinari, quizás el más sonado jugador de los últimos meses pudo derrotar al danés Lucas Bjerregaard por 4 y 2, llevándose el nada despreciable premio de consolación de US$712,000.

En su debut en este tipo de torneos, Abraham Ancer pagó cara la experiencia en su primer encuentro contra el inglés Paul Casey, quien lo superó por 5 y 3, pero superó en forma brillante al australiano Cameron Smith por 3 y 2, y el Charles Howell III por 5 y 3, en el que podríamos calificar como la más brillante ronda de su vida profesional, poniéndose 3 arriba con birdies en cada uno de los tres primeros hoyos, empatando el cuarto también con birdie, y añadiendo cuatro birdies más en el resto de los 15 hoyos que jugó, antes de darle la mano a su adversario. Fueron un total de ocho birdies sin errores para el de Reynosa. Desafortunadamente para su causa, Casey tuvo dos victorias y un empate, alcanzando medio punto más que Abraham, y fue él quien pasó a octavos de final.

Quizá no fue el más espectacular en términos de birdies o golpes mágicos —que los hubo—, pero fue emocionante de principio a fin. Tiger se puso arriba con birdies en los hoyos 5 y 6, y aumentó su ventaja a 3 arriba, por una falla de Rory en el hoyo 10. El norirlandés descontó con birdies en los hoyos 12 y 13, para reducir la diferencia el mínimo. En el 16, tras un monstruoso drive de 395 yardas, Rory ligó una serie de errores consecutivos y terminó concediendo el hoyo, poniéndose 2 abajo. El partido concluyó en el 17, por 2 y 1, en favor del californiano.

Un interesante resumen del partido en la siguiente liga: