Finalmente, por el bien del golf, se impuso la congruencia.
En noviembre del año pasado, Matt Kuchar rompió una racha de más de cuatro años sin victorias, al ganar en forma brillante el Mayakoba Golf Classic, en el espectacular campo de El Camaleón, de la Riviera Maya. Por su victoria, Ku recibió la nada despreciable cantidad de 1.296 millones de dólares, de los cuales repartió a su caddie —el local David Giral Ortiz, conocido como El Tucán—, un total de 5 mil billetes verdes, una suma que podría considerarse como irrisoria si se mide en función del porcentaje de lo que ganó el campeón, algo así como el 0.00385% de la bolsa o 1/259 de la misma.
Para darnos una idea de los salarios que acuerdan entre los jugadores y sus caddies, tendré que empezar por mencionar que los contratos entre ambos —si es que los hay y no media entre ellos un simple apretón de manos—, son completamente privados. Sin embargo, existe una estimación promedio donde el caddie recibe 5% de la bolsa si el jugador pasa el corte, 7% si llega al top-10 y 10% si gana el torneo. De haber partido de esa base, el caddie de Mayakobá habría recibido 129,600 dólares.
En enero, Tom Gillis, un profesional de golf del PGA Tour Champions, escribió un tuit acerca del rumor de un campeón que, durante las Series de Otoño —los torneos que se juegan entre el Tour Championship y las vacaciones de fin de año— le pagó solo 3 mil dólares a su caddie. Días después, durante el Sony Open, Matt fue cuestionado acerca de si le había dado solamente US$3000 al Tucán. Él lo negó rotundamente diciendo: «Esa no es una historia. No fue el 10%, no fueron 3000. Ésa no es una historia».
Gillis continuó con su investigación hasta contactar con el Tucán, quien le confirmó que Kuchar le había pagado 5 mil dólares. También mencionó el acuerdo original sería por $3000, más un bono no especificado del porcentaje de ganancias.
Aprovechando que el tema salió al aire, el 24 de enero a través del correo, el Tucán contactó al representante de Kuchar, Mike Steimberg, para pedirle una reconsideración del pago. Del texto, rescato el siguiente párrafo: «No quiero menospreciar a Matt ni hacerle mala fama. Lo justo es justo y siento que fui engañado poniendo mi confianza en Matt». Con el ánimo de cortar de tajo con la polémica que ya estaba creciendo en forma importante en los círculos golfísticos del mundo, Steimberg le ofreció 15 mil dólares adicionales, al parecer, de su propia bolsa. El Tucán rechazó la oferta, diciendo: «No, gracias. Pueden quedarse con su dinero.» Días después, en una entrevista, Giral mencionó que habría esperado un pago total de US$50,000, una cantidad por debajo del 5%.
Lejos de recurrir al control de daños, Ku continuó defendiéndose y justificando sus acciones. La semana pasada le comentó a Golf.com que estaba decepcionado de Ortiz por comentar que sentía que no le habían pagado lo suficiente. Mencionó que el acuerdo consistía en darle mil dólares si no pasaba el corte, 2 mil si lo pasaba, 3 mil se quedaba en el top-20 y 4 mil si llegaba al top-10. «Los mil adicionales fueron como decirle “Gracias, fue una gran semana”. Esos fueron los términos. Él estuvo de acuerdo con esos términos. Allí es donde no concuerdo. No sé qué pasó. Alguien debió decirle “Necesitas mucho más”».
Al mencionar «Alguien», seguramente el carismático jugador pensaba en algún consejero que le hubiese hablado al oído al ya famoso caddie mexicano; sin embargo, a decir de las reacciones del público en las primeras rondas del Genesis Open, donde fue abucheado y recibió críticas mediante gritos, calificándolo de avaro, finalmente Matt se dio cuenta de que ese alguien era, prácticamente, toda la afición golfística, que reprobaba el cómo un jugador que ha ganado más de 47 millones de dólares en su carrera, hubiese podido actuar de esa forma, afectando a un caddie con evidentes condiciones económicas precarias.
Al sentirse apabullado por el público, Matt decidió, finalmente, resolver el asunto por la vía por la que debió actuar desde el inicio. Rescatando la simpatía que lo caracteriza, publicó el siguiente texto, que traduje y reproduzco en su totalidad:
«Febrero 15, 2019
»Esta semana hice comentarios que carecieron de tacto y fueron insensibles, empeorando una situación mala. Hicieron parecer que yo estaba marginando a David Ortiz de su situación económica, lo que no fue mi intención. Las leí nuevamente y me encogí. Este no soy yo y no lo que quiero representar. Toda mi carrera en el Tour he tratado de mostrar respeto y positivismo. En este caso, no he actuado de acuerdo con esos valores o las expectativas que me he impuesto. Le he fallado a mi persona, a mi familia, a mis socios y a aquellos cerca de mí, pero también decepcioné a David. Planeo llamarle esta noche, algo que debí haber hecho hace tiempo, para disculparme por la situación en la que lo puse y me aseguraré de que reciba la totalidad de lo que ha solicitado.
»Nunca he querido traer algo negativo al Mayakoba Golf Classic. Siento que es mi deber representar bien al torneo, por lo que estoy haciendo un donativo al mismo, para ser distribuido entre sus muchas causas filantrópicas, que impactan positivamente a las comunidades de Playa del Carmen y Cancún.
»Para mis fans, así como para los aficionados al juego, quiero disculparme con ustedes por no haber representado los valores inculcados en este increíble deporte. El golf es un juego en el cual nosotros mismos nos imponemos castigos. Debí haber hecho eso hace mucho y no permitir que esta situación escalara.
Matt Kuchar»
Por el bien de este extraordinario jugador, de David Giral y su familia y por el bien del golf, la situación se ha resuelto de la mejor manera posible, exceptuando, por supuesto, el tiempo que tardó en llegar la solución. Matt estará en México esta semana para jugar el WGC-México Championship y volverá a recibir el inmenso calor que le ha brindado siempre nuestro público en sus apariciones, tanto en el Mayakoba Golf Classic como en el malogrado Torneo de las Américas que se llevó a cabo hace unos años en el Club Campestre la Ciudad de México.