Con la presencia incomparable de Lorena Ochoa, la ocho veces campeona del LPGA Tour Brittany Lincicome, la flamante ganadora Gaby López y la superpromesa María Fassi, más una pléyade de estrellas y celebridades, autoridades como Ana Gabriela Guevara, de CONADE y Jorge Robleda, de la FMG, patrocinadores de esta noble causa, como Carlos Bremer de Grupo Value, entre otros, se llevó a cabo la 11ª edición del torneo ProAm Impulsando al Golf Profesional Mexicano, en el Club Campestre la Ciudad de México.
Excelente, por cierto, la conducción en la premiación de Josefa Gout y Pablo Carrillo, de Grupo Imagen.
Por primera vez en muchísimos años, Tiger Woods rompió con una tradición que parecía permanente, y apareció en su ronda dominical con una playera que difícilmente podría considerarse como roja, ya que se trató de una tela con delgadas rayas horizontales rojas y blancas cuyo color, de acuerdo con la marca Nike, lleva el nombre de «Gym Red». Si bien, nadie en su sano juicio podría considerarla como roja, si fue con la que Tiger logró su mejor recorrido en el torneo, con 67 golpes.
Cuando le preguntaron en la conferencia de prensa si su playera era rosa roja, con una sonrisa solo atinó a responder: «Yeah».
En una carrera que parece interminable entre los principales torneos del calendario golfístico internacional, la edición 2019 del Players Championship, que se celebrará en el mes de marzo, ya reveló que el monto de los premios económicos repartir será de 12.5 millones de dólares, 1.5 millones más que en la edición anterior. El ganador recibirá 2.25 millones.
Ante la afrenta de este anuncio, seguramente los cuatro grandes, el Masters, U. S. Open, Open Championship y PGA Championship —que desde hace años ofrecen premios de dos dígitos en millones—, harán lo propio para no quedarse atrás en esta singular carrera.