Parece que ha llegado el momento esperado ya por más de 18 meses, de una de las más famosas modificaciones al código unificador de las Reglas de Golf. Las primeras rondas de golf del próximo martes 1 de enero del 2019 se jugarán con múltiples cambios.
Ahora que estoy en preparación para el seminario de la USGA en el PGA Educational Center, en Florida, ya tengo algunas opiniones sobre los cambios, todos oficiales ya.
Que quede claro que el hecho de que me gusten o no, es irrelevante, la aplicación de las Reglas habrá de hacerse en el momento que decidimos participar en eventos que son regidos bajo estas, y en el momento que decidimos participar en el sistema de hándicaps emitido por el mismo organismo.
1) Jugar desde el green con la bandera puesta:
El hecho de hacerlo así me gusta para cumplir con el tema de jugar un tanto más rápido si es que sirve para eso. Sin embargo, tengo mis dudas de cómo funcionará si un jugador quiere la bandera puesta y otro no y luego otro si y luego otro no; ¿no causará esto un mayor retraso en el juego?
Por otro lado, vamos a ver si esto no genera menores scores (junto con el permiso para arreglar la línea de putt). Si resultase así, me parece que entonces deberemos hacer una marcación a los récords que eventualmente se vayan estableciendo. Supongo que siempre ha sido así con la tecnología y las mayores distancias (que parecen crear un balance).
Los jugadores deberán hacer sus propias pruebas para determinar qué les conviene, empezar a llevar una estadística personal para decidir cuando les conviene dejar la bandera y cuando quitarla.
2) Tocar la línea de putt:
Sin duda una de mis favoritas. Solo espero que no se convierta en una exageración por parte de los jugadores para evitar retraso de juego.
Si el green es una zona especialmente preparada para que se pueda rodar la bola, entonces me parece que todos los jugadores deben tener la oportunidad de jugar los greenes en las mismas condiciones.
No parecía justo que los líderes de la competencia, quienes salen al final, tuviesen que sufrir las condiciones de un green pisado por todos los 70 jugadores que pasaron por allí con anterioridad, especialmente alrededor del hoyo.
3) Obstáculos de agua y zonas de penalidad:
Este cambio de nombre y el permiso de poder poner zonas de penalidad donde el Comité lo decida, de acuerdo con su filosofía o necesidad, me parece bastante acertada.
Muchos clubes ya la habían inventado, establecer límites de campo en algunos lugares era simplemente inadecuado, tanto para el resultado del jugador como para el ritmo de juego, sobre todo, en los días más ocupados de los campos.
Entonces se marcaba como obstáculo de agua lateral, aun cuando no lo era.
4) Mover impedimentos sueltos y tocar el suelo y agua en zona de penalidad.
Relacionado con la anterior, esta es una de las dos que menos me gustó. Creo que el jugador necesita no querer jugar dentro de la zona de penalidad, por la dificultad que esta representa y, por lo tanto, prefiera tomar alivio.
La prohibición de tocar el suelo o impedimentos sueltos le daba una especial característica a la zona, una simple hojita de árbol forzaba al jugador a tener especial cuidado al hacer su swing, lo que generaba cierta distracción.
La diferencia entre hacer un buen tiro y poner la bola en el fairway o poner la bola en una zona de penalidad en donde el jugador ya sabe que se puede jugar, ahora es menor.
5) Regla local para poner bola en juego por aquella que está perdida o fuera de límites:
Me gusta que se trate solo de la autorización para usarse como Regla Local, para que se use poco.
El argumento de su funcionalidad es que puede ser de utilidad para aquellas zonas donde no se ve que pasó con la bola y evitar que el jugador esté poniendo hasta tres o cuatro bolas provisionales.
Marcar la zona como zona de penalidad parece barato y poner bolas provisionales o regresar bajo golpe y distancia parece que genera retraso de juego.
Tiene una nota sugiriendo que no se use en eventos de alto nivel, ojalá así sea.
6) Reducción del tiempo para buscar una bola:
Pasar de 5 a 3 minutos me parece bien. Argumentan que un porcentaje muy alto de las bolas encontradas se hace dentro de los 3 minutos.
Ahora solo falta que realmente se haga en ese tiempo; hoy por hoy, la mayoría de los jugadores se toman más de los 5 minutos permitidos. Los grupos deberán ser más rígidos con sus compañeros jugadores en contar el tiempo.
7) Dropear a la altura de la rodilla:
El objetivo lo entiendo y me gusta, lo que no me gustó fue la referencia elegida, es altamente subjetiva e incómoda; haber utilizado en su lugar el brazo extendido hacia abajo, que es sólo unos centímetros arriba de la rodilla y mucho más natural, habría sido suficiente.
Me parece que será una fuente de penalidades por la costumbre, esperemos que se haga mucho énfasis a los jugadores, para que lo tengan en mente.
Hay muchos cambios y podemos seguir platicando de todos ellos; mándame un correo a:
fmu@fmgolf.net o un mensaje al 811 808 7194, para agregarlos a mi lista de temas a tratar en el futuro.
Por lo pronto, siendo esta la última publicación del 2018, quiero aprovechar para agradecer a todos ustedes que leen mis comentarios y me escriben para aclarar situaciones y espero que en verdad encuentren de utilidad este segmento.
Les deseo la mas amorosa de las temporadas y que hayan puesto la vara alta en este 2018 para que encuentren en el 2019 uno de los mejores años de su vida.
¡Feliz Navidad y un 2019 lleno de pares y birdies!