Queridos amigos:
Concluye un año que seguramente pasará a la historia, aunque aún no sabemos en qué sentido. El 2018 marcará en unos la esperanza de un cambio radical en la forma de hacer política y de ataque a la corrupción, mientras que en otro significó un retroceso de décadas, hacia un sistema obsoleto y proteccionista; en los primeros, la transformación necesaria para lograr un país más justo y con más oportunidades, mientras que, para los segundos, significará la abolición de las instituciones encargadas de proteger a la población de un totalitarismo de Estado; unos celebran las ocurrencias, otros lloran las recurrencias.
Así las cosas, nuevas leyes van y vienen, el Poder Judicial es el centro de una polémica entre sus beneficios y su autonomía, continúan las discusiones alrededor del NAIM y Santa Lucía, se somete a revisión del presupuesto 2019 —con disminuciones de fondos a las principales instituciones educativas del país, pero se duplica el monto de las pensiones para adultos mayores—, se decide si el Tren Maya será el ingreso definitivo del sureste mexicano a la modernidad del resto del territorio o, en cambio, será un destructor implacable de la biodiversidad de la región, los mexicanos estamos a 14 días de que termine este año singular, buscando un espacio para la reflexión, para el abrazo, para la contemplación, para compartir sonrisas y decidir de qué seremos capaces, para mantenernos siempre un paso adelante de las circunstancias que podrían beneficiar o afectar a nuestro amado país.
Nuestros mejores deseos son que ese espacio llegue pronto, que dure mucho, que atraiga alegría, y que nos ayude a compartir lo óptimo de cada uno de nosotros. Que también sea fuente de inspiración para convertirnos en mejores seres humanos.
Si acaso, dentro de la inspiración, encontramos la forma de mejorar nuestro golf, esa será la cereza del pastel.
Un abrazo muy cariñoso y nuestro permanente agradecimiento por su preferencia. Nos volveremos a encontrar el 7 de enero.
El equipo de Par 7 online.