Al igual que hace cuatro años, ahora fue Patrick Reed quien protestó contra uno de sus compañeros, Jordan Spieth, y contra el propio capitán Jim Furyk. A la pregunta acerca de su separación en esta edición, después de haber acumulado juntos ocho victorias, una sola derrota y tres empates, Jordan quiso detener el proyectil mencionando que había sido una decisión del equipo. A Reed no le dejaron responder, pero poco después le dijo al New York Times que Jordan no había querido jugar con él.
Después le cargó la mano al capitán por tal decisión y por no haberlo elegido para más partidos, tras su segunda derrota.
Para el capitán europeo Thomas Bjorn, la unidad que en cada edición de este torneo se forja en la escuadra del viejo continente, es clave para la victoria. En entrevista mencionó:
«Sabes, no es secreto que estamos juntos en esto y que siempre lo hemos hecho… Este equipo es uno muy sólido y todos los tipos están aquí son golfistas de calidad. Están poniendo su firma en la escena mundial y un par de ellos llegarán a lo más alto del juego en pocos años y serán partes masivas de estos equipos europeos en el futuro. Es un gran grupo… que carga con la antorcha con el significado del equipo europeo de la Ryder Cup.»
Al capitán estadounidense Jim Furyk, no le ha ido bien con la crítica, debido a la dolorosa derrota que recibió su escuadra el día de ayer en París. Sin embargo, su clase y calidad humana quedaron patentes con la siguiente declaración:
«Me quito el sombrero ante lo que consiguieron esta semana. Thomas hizo un gran trabajo como capitán. Los jugadores de su equipo, gran clase y luchadores. Cuando les pusimos presión temprano esta tarde, respondieron. Ellos jugaron un gran golf esta semana y me quito la gorra (por ellos). Thomas fue un mejor capitán y su equipo nos superó. No hay más qué decir. Ellos merecieron ganar.»