ATLANTA, Georgia. No había una cuerda en Atlanta capaz de contener a la multitud que desbordó el hoyo 18 cuando Tiger Woods caminó hacia el green. Los equipos de seguridad levantaron sus manos en señal de rendición mientras miles de personas, muchos de ellos niños, rodeaban el green del East Lake G.C. para obtener una visión más cercana de la historia.
Woods terminó su camino por el hoyo 72 con los labios temblando de emoción, pero tuvo la calma suficiente para cerrar con un par. La gente mostró su alegría con un estruendoso festejo que le dio a Woods la oportunidad de levantar su putter en alto por segundos que parecieron una eternidad.