Podemos apreciar que la Regla 1 establece el objetivo, siendo éste el de promocionar el juego, alentar a los jugadores a ganar un trofeo por sus habilidades en el juego y no por ganar dinero ya que, para eso, existe el concepto de profesional.
Las características de los torneos anuales están tan alejados de su objetivo inicial, que parecería que los organismos reguladores han perdido la batalla.
Los eventos de aniversario ya no son más las fiestas de un club para encontrar a los mejores golfistas de cada categoría. Eso es tan poco importante que, en las ceremonias de premiación, la gente festeja más a los ganadores de los carros en los o’yes que en los campeones, y hasta se requiere a los maestros de ceremonia que se apuren con la entrega de trofeos, porque la gente ya quiere que se haga la rifa del carro, impuesta como condición para lograr que la gente asista a lo que antes era un muy esperado evento social del club.
El golf está quedando, lamentablemente, a un lado, en los clubes. Pronto tendrán que cambiar su nombre por clubes de rifas.
Esperemos que pronto suceda algo y que el amor por el juego sea renovado.
Por otro lado, hay que entender que los clubes van en dirección de lo que marca el mercado, que está pidiendo que estos eventos funcionen de determinada forma y el reglamento no prohíbe la entrega de los estímulos, lo que prohíbe es a los golfistas recibirlos.
Entonces, en resumen, son los jugadores quienes, en caso de recibir los premios, deberían de hacer su declaración ante las autoridades y solicitar su restitución de su Estatus de Amateur.
Dicho en español: quienes juegan torneos de golf, sin tener Estatus de Amateur, están rompiendo las Reglas. ¿Romper las Reglas es hacer trampa?
Vamos a platicar de los premios y conceptos de Profesional para la próxima semana, por lo pronto, ya tenemos mucho en que pensar. Mándame tu opinión.
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