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Editorial

Como los viejos tiempos, Tiger Woods atrajo a la inmensa mayoría del público en la final del PGA Championship (resumen de su última ronda).

El golf se postra (de nuevo) ante Tiger

Fernando de Buen

Las galerías en el campo de Bellerive estaban atiborradas. Por supuesto, suelen estarlo durante la celebración de cualquier torneo de grand slam y más en un día domingo, pero aquí no se trataba de una final cotidiana con la presencia de los mejores del mundo, como Dustin Johnson, Jordan Spieth, Justin Thomas o el eventual campeón Brooks Koepka, quien con este ha ganado tres de los últimos nueve grandes del calendario. Se trataba de la confirmación de la resurrección de uno de los más grandes jugadores de todos los tiempos y, sin duda, el mejor desde la última década del siglo pasado: Tiger Woods.

El californiano salió a darlo todo en el PGA Championship y demostrarle a quienes pensaban que ya estaba acabado, que se habían equivocado rotundamente. Tuvo razón también al decir que, cuando se sintiera completamente sano, volvería a ser altamente competitivo. Asimismo, nos comprobó que en la actualidad no hay jugadores demasiado poderosos como para borrarlo del círculo de potenciales campeones de un torneo.

Por cierto, jugó a lo Tiger, al menos en lo que se refiere a esa incomparable capacidad de recuperación ante un mal tiro de salida, ya que a pesar de no haber encontrado el fairway en su primer golpe durante los primeros nueve hoyos, fue capaz de conseguir cuatro birdies. En total, con solo cinco fairways atinados en la ronda, nos regaló ocho birdies (y dos bogeys) a través de un extraordinario recorrido de 64 impactos, el mejor de su carrera en la final de un major. Su 266 es su mejor score agregado en torneos de grand slam, donde ha conseguido 14 victorias, como parte de sus 79 logradas en torneos avalados por el PGA Tour.

«No le pegué bien al drive en todo el día. Estuve lidiando con mi swing. Yo sabía que sería una lucha tratar y armar una ronda, y eso hice.»

Tiger Woods

Su segundo lugar es su mejor resultado desde su subcampeonato compartido en el Valspar Championship en marzo. Durante el Open Championship, hace unas semanas, llegó a tocar el liderato y terminó en sexto lugar. Gracias a los resultados acumulados, avanzó en el ranking mundial de lugar 51 al 26 y en la Fedex Cup del 47º al 20º. Vale la pena recordar que, al término de 2017, Tiger ocupaba el lugar 656 en la clasificación mundial.

También como consecuencia de su resurgimiento, a su nombramiento como vicecapitán del equipo estadounidense de la Copa Ryder, seguramente se le sumará el de jugador por selección del capitán Jim Furyk, ya que hay un evidente clamor por verlo jugar el torneo bienal contra Europa, en el que no participa desde 2012.

Ya en varias ocasiones mencioné lo maravilloso que sería para el golf mundial tener a Tiger de regreso, compitiendo al tú por tú con los mejores golfistas de la actualidad, muchos de ellos entre una y dos décadas más jóvenes que él. La forma en la que el público delineó los fairways del campo sede en cada uno de los hoyos por los que pasó Tiger, llegando inclusive a formar varias filas, es prueba irrefutable de lo beneficioso que resulta para el golf verlo competir nuevamente en plenitud de facultades.

«Todos en el campo lo escucharon (el alarido del público tras su recuperación en el hoyo 9). Él es el más grande jugador que ha tenido el juego y tener el regreso que está teniendo es increíble»

Brooks Koepka

Es cierto que le falta afinar algunos detalles de su juego —como ya quedó demostrada su falta de control con el golpe de salida—, pero esos defectos solo pueden ser corregidos con rondas de competencia, cargando con la tensión de cada torneo, en lugar de una relajada sesión de práctica.

Lo que más me gustó fue volver a ver esa mirada decidida a darlo todo, esa concentración absoluta, esa administración perfecta de sus cualidades actuales para sacarle el mayor jugo posible su ronda y, definitivamente, que sigue considerando al campo de golf en torneo como el mejor espacio en su universo.

Hay mucho más qué hablar del resucitado Tiger Woods. Lo veremos de nuevo durante los eventos de la Copa Fedex y ojalá nos dé una gratísima sorpresa celebrando un triunfo. Él lo merece y el golf también.

fdebuen@par7.mx