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Tours profesionales: renovarse o morir

Fernando de Buen


Patrick Cantlay y Patrick Reed

Después de muchísimos años de utilizar un calendario casi exclusivamente conformado por torneos bajo un formato de juego por golpes —siempre con una excepción que se celebra bajo juego por hoyos, y uno más bajo el sistema stableford—, las principales giras profesionales del mundo comienzan a buscar nuevas variantes, para que sus mejores golfistas demuestren sus cualidades bajo otras formas de competencia.

Después de todo, el golf profesional, en tanto deporte, debe poner el espectáculo por encima de todo.

Ya estamos viendo en la actualidad dos buenos ejemplos de ello. Desde el año pasado, el PGA Tour avala oficialmente el formato del Zurich Classic of New Orleans, competencia por parejas con dos rondas a mejor bola y otras dos a bola alternada. Tanto los premios en efectivo como los puntos Copa Fedex pasan a la lista como los de cualquier otro torneo. El Tour Europeo, por su parte, ya estrenó el año pasado el World Super 6 Perth, evento con calificación a 54 hoyos en juego por golpes y una final que incluye hasta cinco partidos en juego por hoyos, cada uno con una ronda estipulada de seis hoyos. El año pasado tuvo gran éxito mediático y se espera uno mayor en la edición de esta semana, en Australia.

El director ejecutivo del Tour Europeo, Keith Pelley, ya tiene en puerta su siguiente proyecto, también inspirado en el sistema Super 6; llevará el nombre de GolfSixes, y se llevará a cabo en el Centurion Golf Club, en St Albans, Inglaterra el primer fin de semana de mayo. Este torneo consiste en reunir a equipos con parejas de jugadores de 16 diferentes naciones, quienes jugarán partidos match play a seis hoyos, divididos en cuatro grupos de cuatro equipos. Quienes califiquen se enfrentarán el domingo por eliminación directa bajo el mismo método.

Como podemos ver, las principales giras del mundo buscan encontrar nuevas formas de dar espectáculo, con el fin de lograr importantes incrementos en las audiencias, tanto las presenciales como las mediáticas.

«Es una prueba, eso es lo que es —comenta Pelley—. Es otra oportunidad para tratar algo diferente y luego darle seguimiento con una importante investigación del consumidor, acerca del público que le da seguimiento a través de múltiples plataformas. Es, básicamente, un producto de entretenimiento. Dependiendo de cómo vayan las cosas en Centurion, eventualmente podremos construir algo hecho a la medida», concluyó el jefe máximo del Tour del viejo continente.

Para no quedarse atrás, el PGA Tour y el LPGA Tour, a través de sus comisionados, Jay Monahan y Mike Whan, respectivamente, muestran un especial interés en organizar un torneo conjunto, donde jugadoras y jugadores —muy probablemente formando parejas mixtas— busquen algún premio que sea válido en el ingreso oficial de las correspondientes giras.

Sin duda, el surgimiento de nuevas alternativas de competencia suena muy atractivo y ya el tiempo dirá cuáles formatos subsistirán y cuáles serán cancelados. Por lo pronto, está viva la inquietud y seguramente muy pronto comenzaremos a ver los resultados.

El mejor ejemplo de una competencia de golf bajo un formato diferente al stroke play es la Copa Ryder, que siempre ha sido considerada como uno de los torneos más emocionantes del mundo. Formar competencias por equipos provenientes de diferentes países, continentes o tours, con formatos combinados, podría ser el siguiente paso. Lo mejor de todo, es que los métodos de medición de audiencia son cada vez más precisos y serán un fiel reflejo del éxito de cada variante.

Ojalá que lo veamos pronto.

Reacciones al artículo de la semana pasada
Como era de esperarse, cuando se da la oportunidad de escribir sobre temas con obvias implicaciones polémicas, como en mi artículo «Entre las Reglas y el tiempo de juego», hemos recibido respuestas en ambos sentidos, algunas a favor y otras en contra.

Entre aquellas que están a favor del sistema de círculos para bolas dadas, están mi querido exprofesor de la UAM y colega, Federico Chao Jr., quien menciona que desde hace muchos años los Interclubes de Morelos se han jugado con círculos, sin ningún problema, y que, efectivamente, aceleran el ritmo de juego. Arturo Morales, del Campestre de la Ciudad de México, aunque comparte mi propuesta de (cito): «…conservar el espíritu original de las reglas de golf», menciona que la solución de su Club es ideal, pues no afecta la habilidad del jugador, pero acelera el ritmo de juego; el método: círculos de 40 cm de radio.

En contra del citado método están el propio Ian Gardner exdirector de Reglas de la AGVM, el Comité Nacional de Reglas de la FMG en pleno y el profesional de club e instructor Dylan Ross, a quienes agradezco sus palabras; un agradecimiento especial a la lectora Blanca Zetina Vélez, quien me escribió: «Con atención, respeto y agrado leí su editorial, no me queda más que agradecerle su análisis y su solidaridad con las buenas prácticas en el juego del golf, deporte que para algunos, en los que me incluyo, es una pasión».

Como lo comenté entonces, quise recoger la opinión de Fernando Lemmen-Meyer, presidente de la Asociación de Golf del Valle de México, pero no pude localizarlo por vía telefónica y seguramente no pudo responder mi solicitud por WhatsApp. Seguramente estará en Cancún atendiendo el LXVIII Campeonato Nacional Infantil-Juvenil, XXII Edición Internacional. Lo volveré a intentar más adelante, para traerles su punto de vista.

Por lo pronto, aquí seguimos. Gracias por sus mensajes y feliz Día del Niño.



Niclaus/Woods/Ballesteros/McIlroy/Mickelson

fdebuen@par7.mx


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