Los 72 hoyos de Torrey Pines, en San Diego, campo donde Tiger Woods ha registrado ocho victorias —siete en el Farmers Insurance Open y el U.S. Open de 2008—, fueron una prueba de fuego para demostrar que el mejor jugador de las últimas décadas está sano y de regreso en el golf competitivo.
Si bien no tuvo un resultado sorprendente, lugar 23, Tiger nos regaló pinceladas de su maestría. Sus tarjetas, 72, 71, 70 y 72 (-3), todas en par o por debajo del par, son una muestra de que, aun desempeñándose por debajo de su nivel, conserva la regularidad de antaño.
En los 72 hoyos registró 15 birdies, 46 pares, 10 bogeys y un doble-bogey.
Su precisión con el driver dejó mucho qué desear. Excepto en la primera ronda, donde atinó ocho de 14 fairways (57.14%), en el resto estuvo fatal, atinando solo tres de 14 (21.43%) en las tres rondas subsecuentes. Su promedio de precisión en el torneo fue de 30.36% (17/56), ocupando el lugar 76 —el último— tras los 72 hoyos. Su distancia promedio fue de 302.5 yardas, registrando en la cuarta ronda un golpe de salida de 358 yardas.
A pesar de su cuestionable desempeño desde la mesa de salida, mostró mejoría en sus estadísticas de greens en regulación, logrando 12 de 18 en la primera y cuarta rondas (66.67%), y nueve de 18 (50%) en las intermedias. Su media en este departamento fue del 58.33%, ubicándose en el lugar 53. Esto demuestra que su capacidad de recuperación se mantiene vigente y que llegando a resolver sus problemas con el driver podríamos ver pares rescatados convertidos en birdies.
El departamento donde mejor se desempeñó el californiano fue el de putts por green en regulación, donde fue el 15º mejor del torneo, promediando 1.714 putts.
En la estadística de golpes ganados (strokes gained), donde se compara el desempeño de un jugador contra el del resto del field en cada parte del juego, Tiger superó al promedio por 0.563 golpes desde la mesa de salida (a pesar del paupérrimo promedio), ganó 1.259 en su approach al green, superó por 0.040 alrededor de green y alcanzó 2.741 golpes sobre el green. En total, fue mejor que el promedio de los jugadores por 4.602 golpes durante el torneo, ocupando el 20º lugar en la lista.
Conclusiones
De acuerdo con lo observado en estos cuatro días, parece evidente que Tiger dejó atrás los dolores de espalda, las consecuencias de sus cuatro cirugías de espalda y algunas otras en las rodillas. A los 42 años se le ve sano y fuerte.
Si quiere volver a ganar, es indispensable que se reconcilie con su driver, pues fue errático durante casi todo el torneo.
Su juego corto se ve sólido y preciso su desempeño sobre el green. Su promedio fue de 27.5 putt por ronda y, de nueve oportunidades golpeando desde los alrededores de green, en siete resolvió el hoyo con approach y un putt.
Su poder mental sigue siendo una gran fortaleza y lo demostró consiguiendo el birdie que necesitaba en el hoyo final de la segunda ronda para pasar el corte. En su estrategia no consideró que jugaría a la perfección y buscó colocar su bola en sitios que admitían golpes errados. «Estuve tratando de fallar la bola en los lugares correctos, porque sabía que no lo tenía —mencionó Tiger—. Estuve tratando de conseguir los ángulos correctos y lo logré la mayoría del día», concluyó tras la tercera ronda.
A pesar de que el torneo presentó un field pletórico de estrellas, la galería que siguió Tiger fue siempre la más numerosa durante los cuatro días del campeonato. Nos hizo recordar al siempre leal Arnie’s Army, que en las buenas y las malas siempre siguió al legendario Arnold Palmer.
A pesar de no haber contratado a un nuevo entrenador personal —despidió recientemente a Chris Como, el último de su lista—, Tiger se siente capaz de resolver sus problemas de juego sin ayuda. «Puedo sentir algunas de las cosas que estoy haciendo mal, swing, así que regresaremos a trabajar», mencionó el californiano.
Finalmente, todo parece indicar que Tiger regresará a las competencias el 15 de febrero, para formar parte del Genesis Open, en el espectacular campo del Riviera CC, en California, y podría continuar la siguiente semana en The Honda Classic, en la Florida.
Se vale soñar
Si llegara a darnos alguna inesperada sorpresa en estos torneos, podríamos verlo la primera semana de marzo en el WGC-México Championship. ¿Se imaginan?
Es maravilloso tener a Tiger de regreso.
fdebuen@par7.mx
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