• U. S. Amateur: nuevo campeón
• De Inkster para los no-creyentes
• Una hazaña para Ripley
Después de 34 de los 36 hoyos del partido final del U.S. Amateur, Doc Redman se encontraba 2 bajo y 2 por jugar; 45 minutos después hacía suyo el famoso dorado Trofeo Havemeyer. En el hoyo 35 (17 del campo), el jugador de la Universidad de Clemson, de 19 años de edad, embocó para águila desde 60 pies, dejó casi dada su bola en el 36 y su oponente Doug Ghim le concedió el match en el primero de muerte súbita.
Ahora tendrá por delante tres de los cuatro majors —en el PGA Championship no participan amateurs— y un futuro envidiable en el golf profesional. Lo veremos pronto en el golf de paga.
La exitosa campeona del equipo estadounidense de la reciente Copa Solheim, Juli Inkster, aprovechó su discurso triunfal para criticar a los aficionados que no aprecian a las protagonistas del LPGA Tour. «No obtenemos el crédito que merecemos —mencionó—. Si jugamos bien, los campos son muy cortos. Si no jugamos bien, no somos suficientemente buenas».
Lo que probablemente no tomó en cuenta la gran veterana del Salón de la Fama, es que las rivales europeas no son ni remotamente tan buenas como las golfistas asiáticas, que prácticamente han devorado el circuito femenil de los Estados Unidos.
El golfista de 16 años, Joe Rooney no había conseguido nunca un hoyo en uno, a pesar de contar con un muy respetable 2 de hándicap. Sin embargo, durante un torneo, el norirlandés logró el primero de su vida en el hoyo 3 y, tras dos bogeys y un birdie más, llegó al hoyo 7 —otro par 3— donde sorpresivamente consiguió su segundo hoyo en uno. Las probabilidades de lograr una hazaña de este tipo son de una en 67 millones.
A pesar de haber entregado una extraordinaria tarjeta de 3 bajo par y conseguido dos hoyos en uno, Joe no ganó el torneo en cuestión, no obstante, el recuerdo durará toda su vida.
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