Una impresionante cantidad de grandes estrellas del golf mundial no pudo superar el reto del campo Erin Hills, durante las dos primeras rondas del U.S. Open. Entre quienes fallaron el corte (+1) estuvieron los tres mejores jugadores del Ranking Mundial, Dustin Johnson (+4), Jason Day (+10) y Rory McIlroy (+5).
Tampoco jugaron el fin de semana los excampeones Justin Rose (+2), Graeme McDowell (+5) y Ángel Cabrera (+5), así como Henrik Stenson (+3), Charl Schwartzel (+3), Thomas Pieters (+3), Bubba Watson (+4), Jon Rahm (+5), Jimmy Walker (+6), Alex Noren (+6) y Jason Dufner (+7). |
A pesar de lo mucho que se dijo acerca del grado de dificultad de este campo de Wisconsin, los promedios de puntuación de cada hoyo demuestran que no fue una aduana tan difícil como se esperaba.
El hoyo más difícil el campo fue el 3, que se jugó entre 484 y 516 yardas, par 4, reportó un promedio de 4.286 golpes, con 0 águilas, 23 birdies, 287 pares, 125 bogeys, 10 doble-bogeys y 2 arriba del doble. Le siguió el 4, par 4 (399-456), con promedio de 4.251 golpes (0, 50, 263, 110, 20, 4). El más fácil fue el 18, par 5 (632-681), con media de 4.843 golpes (18, 7, 136, 238, 55, 9, 2). |
De las estadísticas prevalecerán algunos de los números relativos a este campo y su preparación. El más llamativo, quizás, es el de la longitud de Erin Hills durante la segunda ronda, que alcanzó 7839 yardas (par 72). También vale la pena mencionar los siguientes:
Durante la primera ronda, el hoyo 6, par 3, se jugó desde 252 yardas, reportando un promedio de 3.385 golpes, el más alto por ronda del torneo. El hoyo 9, par 3, se jugó el sábado desde solo 123 yardas, con promedio de 3.0 golpes. El más largo del torneo fue el 18 del domingo, con 681 yardas y un promedio de 4.809 golpes. |