Al parecer, este plazo sí se cumplirá, y Tiger Woods regresará al golf competitivo la primera semana de diciembre.
Se trata del Hero World Challenge, torneo no-oficial de la temporada del PGA Tour, que es organizado por el propio Tiger en beneficio de su Fundación. Se celebrará del 1° al 4 diciembre, en Albany, en Bahamas.
Han sido 16 largos meses de espera, para saber si el mejor jugador de las últimas décadas, está totalmente recuperado y listo para regresar al mejor nivel de competencia. Hace apenas unas semanas había anunciado que jugaría en el Safeway Classic y en otro torneo en Turquía, pero renunció a ambos, aduciendo que no estaba listo todavía para competir al mejor nivel.
El suyo es un torneo a 72 hoyos, donde son invitados los ganadores de los cuatro majors, los once mejores jugadores del ranking mundial disponibles, el campeón defensor y dos invitados por exención, uno de ellos, al no cumplir las condiciones anteriores, será el propio Tiger Woods.
Será muy interesante volver a ver al ganador de 14 grandes compitiendo contra algunos de los mejores del mundo, entre los que estarán Dustin Johnson (2° en el ranking mundial), Jordan Spieth (4°), Henrik Stenson (5°), Patrick Reed (7°), Bubba Watson (8°), Hideki Matsuyama (10°), Rickien Fowler (11°) y Justin Rose (12°), entre algunos otros. En las 17 ediciones anteriores, Woods logró cinco victorias.
No dudo que su decisión de no jugar los dos torneos recientemente cancelados, se deba a que más allá de su salud y preparación, haya preferido retornar en su propio evento, sabiendo que atraerá la absoluta atención de los medios, la publicidad y el público en general.
Tiger ha ido y venido en varias ocasiones, pero, por su edad (40), el tiempo que estuvo alejado de los campos, su posible reaparición con una nueva marca de palos de golf —presumiblemente Taylor Made—, y un grupo de jugadores que están mucho mejor preparados que aquellos que intentaron competirle al principio de este siglo, harán que este regreso resulte mucho más interesante e impredecible que los anteriores.
No puedo evitar un cierto escepticismo con respecto a un regreso exitoso, No cabe ninguna duda que a los 40, en este deporte, se es aun suficientemente joven como para llegar o recuperar el mejor nivel histórico o incluso mejorarlo, pero también habrá que ver de qué tamaño sería el mejor Tiger contra las mejores versiones de Jason Day, Dustin, Rory, Jordan o algunos otros.
Habrá que esperar un par de semanas para constatar el estado físico y el nivel deportivo de Eldrick Tont, y ver si nos alcanza para soñar en un glorioso regreso, con nuevos triunfos en sus alforjas, que le permitan alcanzar las 82 victorias de San Snead —tiene 79— o los aparentemente inalcanzables 18 grandes de Jack Nicklaus, cuatro más que los que consiguió Woods entre 1997 —el Masters— y 2008 —el U.S. Open—, su último major.
Ahora bien, con lo que está sucediendo en los tiempos actuales —el Brexit, el «No» en Colombia o el triunfo del insoportable Trump—, podemos creer que este es el año de los imposibles posibles, y que Tiger Woods está a tiempo para formar parte de los sucesos inesperados de este indescriptible 2016.
Si Woods volviese a ganar, no tengo duda que el golf volvería a ser el deporte predominante de la primera década del siglo XXI.
¿Soñamos?fdebuen@par7.mx |
|