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El excepcional Bernhard Langer

Fernando de Buen



No soy muy afecto a llenar mis editoriales con números, pero los del alemán Bernhard Langer en su paso por el PGA Tour Champions me tienen perplejo.

Nacido un 27 de agosto, en Anhausen, Alemania —miembro de la pródiga generación de 1957 —a la que pertenecen Nick Faldo, Severiano Ballesteros, Ian Woosnam, Nick Price, Sandy Lyle, Mark O’Meara y Payne Stewart, entre otros—, éste doble campeón del Masters (1985, 1993), ganó 42 torneos en el Tour Europeo, número que solo ha sido superado por Ballesteros. Ha participado en 11 ocasiones en la Copa Ryder y fue integrado al Salón Mundial de la Fama del Golf en 2002.

Ingresó al circuito de veteranos en 2007, donde solo jugó cinco torneos, ganando uno y quedando en todos dentro del top-25.

A partir de allí, parece imposible detenerlo. Su carrera en el PGA Tour Champions incluye 186 actuaciones, con 29 triunfos, 24 subcampeonatos, 19 terceros, 132 top-10, 172 top-25 y nunca ha fallado un corte. Lejos de mostrar una baja en su desempeño como producto de la edad, el teutón parece mejorar cada día. El que fuera su talón de Aquiles en esos años en el PGA Tour —su juego sobre el green— ha mejorado notablemente durante la última década, gracias al putter de escoba, e incluso al inicio de este año, con los cambios al reglamento sobre el uso de este tipo de herramientas, se pensó que podría sufrir una notable baja de juego; nada más lejos de la verdad, pues inició con dos top-10 y ganó su tercer torneo, usando el mismo palo, solo que sin anclarlo al plexo solar.

Su actual temporada, iniciada con 58 años de edad —59 a la fecha— le han redituado cuatro triunfos, tres segundos, tres terceros, 17 top-10 y, los tres torneos donde quedó fuera de los 10 mejores, terminó dos veces en decimoprimero y una en decimotercero, su peor actuación del año. Por supuesto, es el favorito absoluto para llevarse la Copa Charles Schwab por cuarta ocasión y, con poco más de 2.8 millones de puntos, supera a Scott McCarron por poco más de 930 mil.

Además de ello, es el líder en las estadísticas de Drive total, Greens en regulación, Promedio de putts, Promedio de birdies y Promedio de score.

Si lo anterior no es suficiente, está a punto de ganar por octava ocasión en nueve años el Premio Arnold Palmer (líder de ganancias), el Premio Byron Nelson (menor promedio de puntuación) por tercer año consecutivo, y el Premio Jack Nicklaus (jugador del año), también por tercer año consecutivo.

De acuerdo con las estadísticas, el descenso de un jugador de la gira de veteranos, inicia precisamente a los 55, pero no parece ser el caso del rubio europeo. Para darnos cuenta de lo que le ha afectado la edad, baste mencionar que entre los 50 y los 55 años, ganó en 15 ocasiones y, a partir de los 55 ha ganado 14, faltando aún nueve meses para que cumpla los 60.

¿Compararlo con los jugadores del PGA Tour en el que muchos consideran como el torneo más demandante del mundo? Tampoco le ha ido nada mal, pues en sus últimas cuatro actuaciones en el Masters —de 2013 a 2016— ha conseguido tres top-25, incluyendo un octavo lugar en 2014 y el 24º este año, donde salió a jugar en el penúltimo grupo el domingo, pero tuvo un desafortunado 79. El día anterior, le tocó jugar con Jason Day y lo superó por un golpe, tirando 70 contra 71 del australiano. De haber tenido éxito en esa ronda final y ganado el torneo, se había convertido en el más viejo ganador del Masters por 12 años y, por 10 el más viejo ganador de un major.

¿Cuánto más durará Bernhard Langer como el mejor golfista sénior de la historia? Es difícil decirlo, pero si a los 59 es todavía el número 1, podría seguir ganando torneos durante algunos años más. Lo cierto es que, conforme pasa el tiempo, los récords que ha registrado el germano a través de su carrera, resultarán cada vez más difíciles de superar.

En el universo deportivo de 2016 —sin distinción de disciplinas—, me resulta difícil encontrar un atleta más completo y con tantos méritos como Bernhard Langer.

fdebuen@par7.mx

 

«Soy una persona muy competitiva. Si tu juegas ping pong conmigo, quiero vencerte. Tenis, cartas, lo que sea. Es simplemente mi naturaleza. Quiero ser lo mejor que puedo ser.»




Bernhard Langer