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Lorena al Salón de la Fama

Fernando de Buen


Lorena Ochoa

Si Lorena no llega al Salón de la Fama, el Salón de la Fama llega a Lorena (cualquier semejanza con la frase atribuida al profeta Mahoma, es mera coincidencia).

Tarde o temprano, Lorena Ochoa ingresaría al Salón de la Fama del Golf Mundial; pensar lo contrario es un absurdo inimaginable por múltiples razones. Veamos:

Los méritos
Los tiene de sobra. En su corta carrera, la tapatía consiguió 27 triunfos en el LPGA Tour, 21 de ellos entre 2006 y 2008. Estas victorias incluyen dos majors, el Women’s British Open de 2007 y el Ana Inspiration (Kraft Nabisco Championship) de 2008.

Lorena dominó al golf femenil mundial durante 158 semanas; fue la Jugadora del Año entre 2006 y 2009, años en los que ganó también el Trofeo Vare, por el promedio más bajo de la Gira. Antes de eso, fue Novata del Año y Jugadora del Año 2002 en la Gira Futures (hoy Symetra Tour) y, al año siguiente, fue Novata del Año del LPGA Tour. En 2001 y 2006 ganó el Premio Nacional de Deportes.

A pesar de haber cumplido sobradamente con una de las condiciones para su ingreso al salón de los inmortales en Saint Agustine, FL., sumar 26 puntos —un punto por torneo ganado y tres por cada victoria en majors—, la otra condición dejó a la mexicana fuera de su ingreso directo: jugar durante 10 diferentes temporadas en el LPGA Tour. Lorena acumuló 31 puntos, pero solo jugó durante nueve temporadas. La otra mujer elegida para su inducción en 2017, Meg Mallon, estuvo muchos años en el Tour, pero no alcanzaba los puntos necesarios.

El nuevo criterio de selección —15 victorias puntuables para el ranking mundial o dos majors— se olvidó de más detalles para facilitar la inducción de estas jugadoras. Los diez años que no cumplió Lorena en el circuito, fueron sustituidos por una categoría súper light: cinco años en el retiro.

En pocas palabras, Lorena estará en el Salón de la Fama, porque tiene que estar.

Las otras razones
Para nadie es un misterio que el LPGA Tour está sufriendo una crisis de identidad, debido al sinnúmero de campeonas asiáticas, muchas de las cuales ni siquiera pueden ser reconocidas por las sociedades occidentales. Estas extraordinarias jugadoras —coreanas la mayoría de ellas— suelen vestir en forma muy diferente a las estadunidenses o europeas, y su apariencia física —muchas muestran desinterés en este aspecto—  dista mucho de los estándares de atractivo para los fanáticos de este lado del mundo.

Ante tal perspectiva y las muy pocas posibilidades de que una jugadora de aspecto caucásico pelee por los primeros lugares del orbe, cualquier noticia —y no lo digo en sentido peyorativo— que nos recuerde que este Tour no es de Corea y sus alrededores, es más que bienvenida. Lorena fue la última occidental que dominó la escena del golf mundial y su ingreso al mencionado museo es un tanque de oxígeno, ya que, durante los próximos diez años al menos, ingresará a muchas más jugadoras orientales que del poniente del planeta.
No es discriminación en absoluto, se trata solamente de mantener una posición de integración internacional.

Latinoamérica
Lorena será también la primera jugadora latinoamericana que ingresa al salón de la Fama —también la más joven—, y este mercado es esencial en los planes de mercadotecnia del LPGA Tour. De no ser así, a los Ochoa les habría sido extremadamente difícil conseguir el Lorena Ochoa Invitational, bajo condiciones tan favorables, que son la envidia de cualquier organizador de torneos profesionales en el mundo. Si bien hace años, México fue sede de tres diferentes torneos de la Asociación femenil, hoy solo queda ese y se sostiene por llevar el nombre de Lorena y por ser el único torneo al sur de sus fronteras.

Una perfecta imagen
Eso es Lorena Ochoa Reyes: una imagen incomparable que contiene lo mejor del golf en competencia y espíritu. Fue una adversaria implacable, se mantuvo a la cabeza del golf por más de tres años, formó una fundación con su nombre que ha sido mundialmente reconocida por su labor, y optó por el retiro para dedicarse a su familia y a la ansiada maternidad.

La mosca en la sopa
Para ella, era esencial despedirse siendo la mejor del planeta y, por eso, anunció su retiro apenas una semana antes del mismo. Ella sabía que de no consolidar una extraordinaria actuación en el Tres Marías Championship, en Morelia, del 29 de abril al 2 de mayo de 2010, amanecería como número 2 del mundo. Así sucedió y el lunes 3 de mayo apareció su nombre en el segundo sitio de la lista, pero Lorena protestó y, aduciendo que ya estaba oficialmente retirada, pidió ser borrada de la lista. Sus deseos fueron debidamente cumplidos y se retiró oficialmente como la mejor del mundo.

Para terminar
En conclusión, se hizo justicia y Lorena Ochoa entrará por la puerta grande al Salón de la Fama del Golf Mundial. Es probable que las reglas hayan cambiado por ella, porque no tenerla en sus muros, sería por siempre un desatino histórico para nuestro deporte.

Lorena: ¡muchas felicidades! Sigues siendo el orgullo del golf mexicano e internacional.

fdebuen@par7.mx