. ..

 

Arnold Palmer (1929-2016): El golf perdió al Rey

Fernando de Buen


El Rey, Palmer

«El golf es engañosamente simple e interminablemente complicado. Satisface el alma y frustra el intelecto. Es, al mismo tiempo, recompensa y locura. Y es, sin duda, el más grande juego que la humanidad haya inventado.»
Arnold Palmer (1929-2016)

Nació en Latrobe, Pennsylvania, el 10 de septiembre de 1929. Murió la tarde de ayer, a los 87 años. La mayoría de esas más de ocho décadas, Arnold fue un ejemplo a seguir para las muchas generaciones que lo vieron desarrollarse, hasta convertirse en el icono del golf profesional del mundo.

El arrollador atractivo de Arnie fue su plena identificación con la clase media estadunidense. Hijo de un profesional y greenkepper del campo Latrobe Country Club, a Palmer la vida no le regaló nada, excepto un feo —pero increíblemente efectivo— swing de golf, y una incomparable actitud positiva como competidor.  Gracias a ello logró 62 triunfos en el PGA Tour, entre ellos siete majors: cuatro Masters (1958, 60, 62 y 64), un U.S. Open (1960) y dos Open Championship (1961, 62). Tuvo otras 33 victorias internacionales.

La mejor decisión de su vida profesional fue, sin duda, su asociación en 1960 con Mark McCormack, convirtiéndose en el primer cliente de quien, eventualmente, se volvería el promotor deportivo más importante de la historia. Fue Mark quien llevó el golf a la cobertura televisiva a nivel nacional, organizó eventos históricos y provocó, con su labor, aumentos exponenciales en las bolsas de premios de los torneos. Como dato curioso, fue la empresa de McCormack la que consiguió el primer contrato profesional de Tiger Woods, llevando al deporte a la máxima altura de su historia.

La unión entre ambos llevó al golf a alturas que se pensaban imposibles en aquellos años. Fue McCormack quien lo motivó a viajar a Escocia en 1960, con el fin de convertirse en un campeón internacional, y no solo de los Estados Unidos. Fue un año mágico para Arnold, quien ya había ganado el Masters y el U.S. Open y se quedó a un golpe de su tercer grande, ante la victoria de Ken Nagle. Al año siguiente ganaría el primero de sus dos Open, saltando para siempre la barrera de la internacionalización.

Entre 1960 y 1963 todo el golf estuvo a los pies de Palmer, quien logró en dicho lapso 29 victorias en el PGA Tour, incluyendo cinco majors. Ganó los principales premios deporivos —no solo de golf—, como el de Sportsman of the Year, otorgado por Sports Illustrated, entre otros. Fue allí donde se convirtió en El Rey y formó su ejército de seguidores, el siempre famoso Arnie’s Army.

En 1967 se convirtió en el primer golfista en acumular un millón de dólares en ganancias.

A pesar de que la segunda parte de dicha década ya contaba con otros dos de los mejores jugadores de todos los tiempos —Jack Nicklaus y Gary Player—, Arnold se mantuvo ganando al menos un torneo por año, entre 1955, año de debutante, y 1971, en el que tuvo una especie de resurgimiento, logrando cuatro primeros lugares. Como jugador sénior ganó también cinco torneos de grand slam.

Siendo siempre un competidor incansable, en 2004 jugó su último Masters, el número 50 en forma consecutiva. Dos años después, el 13 de octubre de 2006, le dijo adiós al golf de competencia, tras jugar cuatro hoyos del Administaff Small Business Classic, desilusionado de su propio juego.


Arnold Palmer in memoriam (1929-2016).

Ya retirado, siguió siempre alrededor del golf. Fue uno de los fundadores del Golf Channel, compró el Bay Hill Club and Lodge —sede del Arnold Palmer Invitational— y el Latrobe Country Club, donde trabajó su padre y él mismo se formó. En 1972, fundó Arnold Palmer Course Design, una de las más prolíficas compañías de diseño de campos de golf, con más de 200 campos alrededor del mundo.

Pero más allá de este brevísimo e injusto resumen de su exitosísima vida deportiva, Arnold será recordado siempre por haber sido un hombre extraordinario, un embajador incomparable del golf, un caballero admirado y respetado en todo el mundo y, en gran medida, a quien debemos la grandeza actual del golf.

Termino este artículo, citando a dos de las personas con las que Arnold Palmer mejor se relacionó, en diferentes etapas de su larga vida: Jack Nicklaus y Tiger Woods. 

«Arnold trascendió al juego de golf. Él fue más que un golfista o que un gran golfista. Él fue un icono, una leyenda.»
Jack Nicklaus


«Gracias, Arnold, por tu amistad, consejo y muchas carcajadas. Tu filantropía y humildad son parte de tu legado. Es difícil imaginar al golf sin ti o a alguien más importante para el juego que El Rey
Tiger Woods


El golf perdió a su Rey; el mundo extrañará a Arnold Daniel Palmer. Nadie cubrirá ese enorme par de zapatos.

Descanse en paz.

fdebuen@par7.mx