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Tiger Woods: 20 años que cambiaron al mundo del golf

Fernando de Buen



Tiger Woods en 1996

28 de agosto de 1996. La empresa Nike anuncia que firmó al triple campeón Amateur de los Estados Unidos, Eldrick Tont Tiger Woods, de 20 años de edad. El jugador representativo de la Universidad de Stanford decide dejar el amateurismo e ingresar al golf profesional. El PGA Tour —en respeto a su prestigio— le permite jugar los torneos finales de la temporada; si Tiger consigue quedar entre los 125 mejores, evitará la infame Q-School.

Un día después, debuta en el Greater Milwaukee Open (foto superior), y concluye en lugar 60, pero logra un hoyo en uno; en las fechas sucesivas, el mito iniciaba su transmutación a leyenda. Fue 11° en el Bell Canadian Open a la semana siguiente, 5° en el Quad City Classic, 3° en el BC Open y, finalmente, en la quinta oportunidad logró su primer triunfo, en Las Vegas Invitational. No conforme con el resultado, la semana posterior cierra en tercer lugar en LaCantera Texas Open y consigue su segundo triunfo en el Walt Disney World. Cerró la temporada con un segundo lugar en el JCPenney Classic. Con dos triunfos en sus alforjas, acumuló poco más de US$790,000, alcanzando el lugar 24 de la lista de ingresos con solo nueve torneos jugados.

Al año siguiente, siguió tomando el mundo por sorpresa, y ganó el primer evento de la temporada, el Mercedes Championship, en Hawai. Dos semanas después fue subcampeón en Pebble Beach y en abril ganaría su primer major, el Masters, alcanzando un acumulado récord de 18 bajo par, superando por 12 golpes al segundo lugar, Tom Kite. Su primera temporada completa le reportó cuatro triunfos y poco más de 2 millones de dólares, suficientes para ganar su primer título de ganancias.

Si bien, en 1998 solo logró una victoria, los cuatro siguientes años acumuló 32 de ellas, incluyendo siete torneos de grand slam. Gracias a su desempeño en esos años, creció el interés por el golf en forma exponencial, al igual que las bolsas de los torneos. Entre 1999 y 2003, acumuló más de 35 millones de dólares en ingresos por competencias.

Su segunda gran racha triunfos llegó entre el 2005 y el 2009, acumulando 25 primeros lugares e ingresos por cerca de 48 millones. Fue en este último año cuando surgió el escándalo de su infidelidad, lo que provocó una sensible baja en su desempeño golfístico. No obtuvo triunfos entre 2010 y 2011, ganando en tres ocasiones en 2012. Su último gran año fue el 2013, donde sumó cinco victorias más, con poco más de 8.5 millones de dólares de ingresos, logrando el título de ganancias por décima y última ocasión en su carrera.

En lo que a torneos grandes se refiere, consiguió 14 triunfos: el Masters en cuatro ocasiones, el U. S. Open en tres, el Open Championship también en tres y el PGA Championship cuatro veces. Desde 2008, año en el que ganó su último U. S. Open, no ha vuelto a ganar un grand slam.

En el renglón de récords, durante su carrera, Tiger ha conseguido 79 triunfos en el PGA Tour, cuatro menos que Sam Snead; ha sido nombrado Jugador del Año en 11 ocasiones, más que ningún otro; ha conseguido el promedio más bajo de la temporada más veces que nadie, logrando en el año 2000 el más bajo de la historia del PGA Tour, con 67.79 golpes por ronda, un escore ajustado de 68.17; ostenta en la Gira el récord de más rondas consecutivas en par o mejor con 52 (entre 2000 y 2001); es el jugador con más cortes seguidos en el circuito (142), y más semanas como número 1 del mundo, con 693; ha ganado el 25.2% (79 de 313) los torneos en los que han participado; sus 14 triunfos en majors, solo son superados por los 18 de Jack Nicklaus; es el único que ha ganado los cuatro grandes (profesionales) en forma consecutiva, entre los años 2000 y 2001.

Aunque sus ingresos por torneos ascienden a poco más de 110 millones de dólares (327 apariciones), la organización Forbes estimó que, en 2009, Tiger rebasó los mil millones de en ingresos (antes de impuestos), considerando premios y patrocinios. Sus ganancias netas acumuladas hasta ese año fueron estimadas en 600 millones, convirtiéndolo en el segundo afroamericano más rico de los Estados Unidos, solo por debajo de la conductora y productora Oprah Winfrey. En 2015, Forbes colocó a Tiger en el noveno lugar entre los atletas mejor pagados de la historia.

Nadie sabe si en el regreso de su enésima lesión y consecuente cirugía, Tiger podrá volver a ganar un torneo, alcanzará los 83 de Snead en el PGA Tour, o los 18 grandes de Nicklaus; peor aún, nadie sabe si Tiger Woods volverá al golf de paga.

Lo que todos sabemos es que aquel 29 de agosto de 1997, el golf profesional le dio la bienvenida a Tiger Woods, y solo semanas después, el deporte alcanzó alturas de popularidad internacional que nunca antes había imaginado.

Sea o no el mejor golfista de la historia, Tiger Woods cambió para siempre a este deporte.

fdebuen@par7.mx