Si el legendario Jack Nicklaus hubiese pasado años buscando una forma de manchar su prestigio, no lo habría hecho mejor que mediante sus declaraciones en favor de Donald Trump. Citemos: «Donald es fenomenal. He hecho algunos campos de golf con Donald y me ha tratado absolutamente bien. Ha sido franco. No quiero entrar en política con esto, me gusta lo que Donald ha hecho, está volteando a América de cabeza, está despertando al país… ¿es tan suave o políticamente correcto como debía ser? Probablemente no, pero aprenderá. No es estúpido… si aparece en la boleta, estaré votando por él.»
¿Perdimos a Nicklaus? |
Para nadie es un misterio la afición del zurdo Phil Mickelson por las apuestas. El golfista gusta de apostar durante una ronda ya sea por diversión o en un torneo, pero también se conoce que lo hace en otros deportes, a través de centros especializados.
El problema que enfrenta actualmente, tiene que ver con una inversión de casi 3 millones de dólares que puso en manos de un conocido apostador, quien lavó el dinero a través de diversas cuentas y apuestas ilegales. Hasta el momento, no hay persecución o culpabilidad en su contra, pero se dice que ya negoció una solución con las autoridades. |
Las excusas sobran para que algunos jugadores no asistan a los Olímpicos de Río de Janeiro, en unas cuantas semanas. Las mentiras de Adam Scott, Louis Oosthuizen y Charl Schwartzel, quienes adujeron calendarios abultados para excusarse de existir a la Olimpiada (como si los demás no estuvieran en lo mismo). A otros como Vijay Singh y Marc Leishman, renunciaron a competir por el virus del zika, cuando todos sabemos que no asistirán porque la gloria olímpica y el amor a su país no son tan importantes como sus ganancias.
Para colmo, Rory McIlroy ya declaró temores al respecto y no ha garantizado su participación.
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