El Masters, siempre algo que comentar. No recuerdo que haya en el chismografo tantos comentarios afirmando que no hay mejor torneo en el año como el de Augusta National.
Esta semana tuvimos el caso de Billy Horschel, jugando el hoyo 15, el sábado.

Su bola reposaba del lado izquierdo del green, apenas un par de pasos afuera. La bandera estaba cerca de la bajada hacia el agua, en el otro extremo del green.

Billy hizo un tiro de acercamiento de entre 25 y 30 yardas, poniendo la bola a rodar. La bola quedó en reposo después del hoyo, a unos 5 pasos y estuvo allí por todo el tiempo que se requirió para que el jugador caminara hasta la posición; la marcó y poco después la recolocó para analizar su siguiente golpe, cuando una ráfaga de viento provocó que la bola empezara a rodar, en dirección del obstáculo de agua, sin parar. Una bola menos…

Horschel llamó a los Oficiales de Reglas quienes le indicaron que considerara a su bola en el agua, aun cuando había sido marcada, recolocada y estado en reposo, tras lo cual le indicaron sus opciones de drop, entre las cuales se encontraba la de «golpe y distancia», repetir su tiro desde el último lugar donde jugó, que fue la que eligió.

La pregunta que he estado recibiendo es: ¿Qué hubiera pasado si la bola hubiese estado marcada? Pensando en que él debió caminar más rápido.

La respuesta la encontramos en la definición de Bola en Juego:

El segundo párrafo indica que la bola sigue en juego, entre otros momentos, hasta que haya sido levantada. Si leemos con atención, las excepciones no incluyen la acción de marcar la bola.

Los dos siguientes párrafos fueron incluidos en la definición éste año, pero no es una modificación, sólo lo hicieron para aclarar la situación.

Con base en lo anterior, la bola está en juego aun cuando esté marcada.

Así entonces, misterio resuelto.

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