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Una historia de dudosa reputación

¿Dónde quedó la Expogolf?

Fernando de Buen



Del 6 al 8 de noviembre de 2015, debió llevarse a cabo la Expo Golf México, una reunión entre prestadores de servicios y oferentes de productos relacionados con este deporte. Por problemas de salud, el propietario del evento, el empresario cancunense Luis Fortanell, decidió arrendarlo por tres años al también empresario Juan Carlos García Prieto, a través de su empresa Operadora O’Yes, S. A. de C. V.

Poco más tarde, el supuesto incumplimiento por parte del arrendatario provocó que Fortanell consiguiera a través de un juez de Cancún, la rescisión del contrato correspondiente, por no haber solventado el monto acordado.

En un mensaje a esta Editorial dirigido a mi persona, el pasado 21 de septiembre, Fortanell menciona (cito textual respetando la ortografía original): «Como bien fuiste informado en su momento el evento denominado Expogolf fue arrendado el pasado mes de Marzo 2015 por motivos de salud del presidente del consejo, mediante un contrato de obligado cumplimiento por 3 Ediciones a la persona del Sr Juan Carlos Garcia Prieto Amezcua y su operadora como persona moral OPERADORA O´Yes SA DE CV, Y CUALQUIERA DE SUS SOCIEDADES.

El motivo de este comunicado en calidad de arrendatario al arrendador es informar que dicho contrato ha sido rescindido por un juez en Cancun por la falta de cumplimiento del pago del evento en tiempo, y forma del Sr Juan Carlos Garcia Prieto hacia el consejo de Expogolf y bajo el contrato suscrito.»

Más adelante en la misma carta, menciona: «Esta persona resulto ser un seudo empresario en donde lamentablemente esta nota es prueba de todo lo anterior:

launion.com.mx/morelos/politica/noticias

La nota a la que hace referencia Fortanell, escrita por Jesús Castillo (Premio Nacional de Periodismo 2013) y publicada el 20 su agosto de 2010 en el portal del periódico La Unión de Morelos en su versión online, lleva el título de « Pagó Gobierno de SEC 15 MDP a empresa “fantasma”» (SEC se refiere e Sergio Estrada Cajigal, exgobernador de Morelos).

Cito los primeros párrafos del artículo: «La firma “Power Print”, registrada como “impresora de folletos”, vendió bloqueadores de llamadas celulares para las cárceles. Después de cobrar, la empresa “desapareció” y no hay quien responda por el servicio. La SSP niega que el equipo esté inservible; Contraloría dice que no hay investigación al respecto.

»El 20 de septiembre del 2006, a 10 días de que concluyera la administración de Sergio Estrada Cajigal, la tesorería del gobierno de Morelos emitió el segundo y último cheque a una empresa del Distrito Federal por la adquisición de un equipo para la inhibición del uso de servicios de comunicación celular para los reclusorios de esta entidad, pagando así la cantidad total de 15 millones 623 mil 256 pesos.

»El equipo, que debería servir para evitar que internos del Penal de Atlacholoaya utilicen teléfonos celulares para extorsionar gente, sólo duró un año funcionando. Al intentar hacer efectiva la garantía, personal de la Subsecretaría de Readaptación Social se encontró con que la empresa proveedora había desaparecido.

Más adelante, el artículo menciona: «La sociedad anónima de capital variable “Power Print” fue constituida por Miguel Larios Méndez como accionista mayoritario con la mitad de las acciones y quedó en calidad de apoderado. El resto se divide entre Juan Carlos García Prieto Amezcua, Benito García Prieto Amezcua, Ricardo García Prieto y como comisario Alejandro Castro García. Quedó registrada el 6 de octubre de 1997 con un capital de 50 mil pesos.»

Párrafos más adelante, escribe Castillo:

«NADIE INVESTIGA EL PRESUNTO FRAUDE

A pregunta expresa ante la Secretaría de la Contraloría sobre si existe alguna investigación en contra de la empresa Power Print o su apoderado legal, la dependencia contestó que no hay tal…»

En pocas palabras, es poco probable que Fortanell haya investigado a su contraparte, antes de extenderle la concesión. Desafortunadamente, más allá del empresario cancunense, han —hemos— perdido en este trance algunos prestadores de productos y servicios, además de medios impresos que confiamos —ahora digo erróneamente— en la seriedad del arrendatario.

Aunque conocí a García Prieto por un desayuno que compartimos por los rumbos de Santa Fe —estimo que en junio pasado—, no me corresponde juzgarlo por su incumplimiento con Fortanell, tras su frustrado intento de mantener viva la Expo Golf; pero sí me atrevo a mencionar la palabra «incumplimiento», porque nuestra revista impresa Par 7, pasión por el golf, le publicó un anuncio de plana completa en julio, que hasta la fecha no ha sido pagado.

Lo que también puedo expresar, a la luz de los hechos aquí comentados, es que la cancelación del citado evento representa un importante daño a la evolución del golf mexicano, que necesita de un escenario exclusivo de productos y servicios, así como para la comercialización y la generación de negocios relacionados con el golf.

Ojalá que renazca esta exposición, aumentada y mejorada, con el nombre y en el lugar que sea, y quien se haga cargo de ella sea un ejemplo de probidad y no tenga negocios de cuestionable reputación en su historial como empresario.

fdebuen@par7.mx