Los tiempos cambian y los ingresos de los grandes deportistas cambian con ellos. Se dice que Tiger Woods ha ganado más de 700 millones de dólares en poco menos de 20 años de carrera, convirtiéndose en el golfista mejor pagado de la historia.
Pues bien, el camino que está recorriendo Rory McIlroy podría dejar muy atrás el récord del californiano. Con 26 años de edad y cumpliendo su noveno como profesional, el nacido en Irlanda del Norte acumula ya 422 millones de dólares, producto de sus ingresos y sus contratos con patrocinadores. Destaca el inmenso acuerdo logrado con la firma Nike, por un monto aproximado a los 250 millones de dólares por un total de 10 años. Aparte de la firma de artículos deportivos, tiene también convenios con las marcas Bose, EA Sports y Omega, entre algunos otros.
Sus ganancias podrían incluir 20 millones de dólares más, pero fue la cantidad que pagó para poder concluir con las demandas legales que promovió Horizon Sports Management, la empresa que lo representaba, antes de formar su propia compañía Rory McIlroy Inc.
Con cuatro torneos grandes en sus alforjas, si llegase a ganar el Masters, McIlroy ingresaría al más exclusivo club de golfistas: los ganadores del grand slam de carrera, que incluyen a Gene Sarazen, Ben Hogan, Gary Player, Jack Nicklaus (3) y Tiger Woods (3).
¿Qué hace tan atractivo a Rory McIlroy?
Por supuesto, lo más importante ha sido contar con una calidad excepcional como golfista, que le permitió mantenerse durante casi 100 semanas al frente del ranking mundial. Pero, a diferencia de otros que han ocupado el cenit de este deporte desde la última caída de Tiger Woods, Rory cuenta adicionalmente con un extraordinario carisma, una juventud ideal para atraer a seguidores de todas las edades, una vida social relativamente expuesta y algo polémica, de la que destaca su noviazgo, compromiso matrimonial y posterior rompimiento con la gran tenista danesa Caroline Wozniacki. Hace unas semanas apenas volvió a salir en innumerables medios impresos y digitales, por el anuncio de su reciente compromiso matrimonial con su actual novia, la estadounidense Erica Stoll, dos años mayor que él, con quien sale desde hace un año.
Por si ello fuera poco, este bon vivant maneja desde hace unos meses un BMW i8, considerado el automóvil eléctrico más rápido del mundo, valuado aproximadamente en 150 mil libras esterlinas.
Ahora bien, para poder mantenerse en la mente de los aficionados, es imperativo que este joven de cabello hirsuto comience a ganar torneos donde participen Jordan Spieth y el australiano Jason Day, quienes lo anteceden en el ranking mundial. Es una tarea que hoy en día se antoja complicada si consideramos el excepcional nivel que está mostrando el texano de 22 años desde hace ya unos meses y confirmado hace poco más de una semana, cuando ganó el Hyundai Tournament of Champions en Hawai, con un impecable 30 bajo par. Complicada, pero no imposible; baste recordar la actuación de McIlroy en el U. S. Open de 2011, donde terminó con acumulado de 16 bajo par y una ventaja de ocho sobre el segundo lugar. Es un hecho que al ver eso, nos hizo pensar a todos que no había forma de vencerlo.
Este 2016 se antoja interesantísimo ante estos tres grandes que en el papel se ven inmensamente mayores que el resto de los grandes golfistas del orbe. Se antoja casi imposible que algún otro jugador pueda aspirar al primer lugar de la clasificación mundial, al menos en el presente año.
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