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II Copa Golf Latino. Reprobable conducta de Antonio Serna y del argentino Julián Etulain

Reflexiones sobre la seriedad de un torneo

Fernando de Buen


Hace aproximadamente un año, cuando se celebró la primera edición de la Copa Golf Latino, escribí una editorial cuyo título era «I Copa Golf Latino: ¿y si le ponemos seriedad?» (http://www.par7.mx/p7ow/p7ow-141215/). En aquella ocasión critiqué los criterios de selección del equipo, ya que el torneo anunciaba a los 12 mejores jugadores mexicanos, lo cual, no fue del todo real. Por aquel artículo recibí críticas, insultos y, afortunadamente, también algunas felicitaciones.

Creo que regresarán los improperios en los días próximos, pues los vicios contenidos en la anterior edición se repitieron casi con exactitud en ésta. Empecemos por lo bueno

A pesar de que el equipo repitió al capitán don Efrén Serna y a sus tres hijos, Oscar —autor intelectual y propietario del torneo junto con la empresa Focus—, Antonio y Efrén Jr., la estrategia del capitán —quien fue derrotado el año pasado— ahora fue atinada y logró un importante triunfo de 16.5 a 11.5 puntos. Afortunadamente, descartó la posibilidad de formar parejas entre dos de sus hijos —un rotundo fracaso en la anterior oportunidad—, lo cual ahora le resultó sumamente positivo. Sin duda alguna, sobrepuso el interés del equipo sobre sus preferencias sentimentales. ¡Felicidades, mi querido capitán!

Considerando la amplia difusión que Infogolf le dio al evento celebrado en el Club de Golf Malanquín, en San Miguel Allende, a través de su sitio web y redes sociales, pudimos constatar que el evento fue un éxito en su organización, lo cual debe tener muy satisfechos a los organizadores y patrocinadores.

Lo cuestionable

El año pasado fui muy criticado porque escribí sobre un evento al que no asistí. Quizá mis fustigadores creen que para escribir sobre torneos del PGA Tour, Tour Europeo, USGA, R&A, LPGA Tour, Champions Tour, Web.com Tour y PGA Tour Latinoamérica, hay que hacer acto de presencia en todos y cada uno de ellos, en una muestra indiscutible del don de la ubicuidad. En aquella ocasión no asistimos porque no fuimos invitados, además de considerar innecesaria la inversión en una cobertura presencial, ante un evento que no se pareció en nada a lo que se anunció originalmente.

Pues bien, este año tampoco recibimos la invitación para cubrir el evento, mientras que muchos otros medios sí lo fueron, muestra innegable de que nuestra presencia no era bienvenida. Es obvio que mi editorial del año pasado provocó resquemor entre los organizadores, quienes tomaron medidas disuasivas para que Par 7 no estuviera presente. Para cumplir con el expediente, su encargado de prensa, mi buen amigo Ricardo Malpica, me habló el día anterior a la inauguración preguntándome si me había llegado la invitación. Entiendo la obligación de Ricardo, pero estaba claro que tal invitación nunca fue enviada.

Del equipo, solo puedo decir que fue un buen conjunto, salió victorioso y con cómoda ventaja, pero está a años luz de considerarse una selección nacional, pues la mayoría de sus jugadores no pertenecen a la elite de los mejores 12, como se anunció por meses con bombo y platillo. Sin ánimos de crítica, puedo nombrar a ausentes como Carlos Ortiz, Óscar Fraustro, Roberto Díaz, José de Jesús Rodríguez, Armando Favela, Yoshio Yamamoto o Sebastían Vázquez, por mencionar solo a algunos. ¿A quién quitar para que ellos formen parte del equipo?

Por supuesto, en defensa propia los organizadores nos dirán que varios de estos jugadores no estaban disponibles para esas fechas, debido a la Escuela de Clasificación (Q-School) del Web.com Tour (Díaz, Favela y Vázquez), pero también puedo ser malpensado e imaginar que las fechas del torneo se eligieron intencionalmente, porque de otra forma no habría forma de justificar a quienes sí participaron. Después de todo, este torneo, más allá de ser un encuentro entre mexicanos y latinoamericanos, es un torneo que pertenece a Óscar Serna y si él desea que juegue tal o cuál, sus deseos se cumplen.

Baño de sinceridad

Afortunadamente, el sitio web del torneo (http://www.golf-latino.com/) borró recientemente aquello de los 12 mejores mexicanos contra los 12 mejores latinoamericanos, y lo cambió por un decoroso «Un selecto grupo formado por 24 profesionales, 12 mexicanos y 12 del resto de Latinoamérica». Seamos claros, no son los mejores mexicanos y mucho menos los mejores latinoamericanos. Son un grupo de profesionales, algunos de excepcional calidad, que se reúnen con el fin de dar un brillante y muy agradecible espectáculo golfístico.

Ingresos

Ningún jugador cobra honorarios por participar —se les pagan sus gastos de viaje y hospedaje y alimentos— pero, paradójicamente, tampoco parece que los fondos obtenidos o parte de ellos, se destinen a alguna obra de beneficencia. Es, en pocas palabras, un negocio lucrativo y, quizás por no recibir parte del beneficio económico que se genera, algunos jugadores se rehusan a participar.

El negro en el arroz

Vergonzante resultó la actitud del jugador local Antonio Serna, quien simplemente el sábado tenía ganas de camorra a diestra y siniestra. Durante la ronda vespertina, acusó al Oficial de Reglas Fernando Martínez Uribe (nuestro colaborador) de ayudar a los visitantes y prácticamente lo retó a golpes en un par de ocasiones, además de soltarle un conocido improperio. Pocos minutos después, en el hoyo 17, estuvo a punto de liarse a golpes con el argentino Julián Etulain, lo que no sucedió, porque entre los propios jugadores que allí estaban los detuvieron, evitando lo que habría sido el acto más denigrante de la historia del golf profesional mexicano, al menos en las últimas décadas.

Como resultado del encontronazo, el Comité de Honor y Justicia decidió expulsar a ambos rijosos del torneo, sancionándolos de por vida, por lo que no podrán participar más en la Copa Golf Latino. Mis respetos para don Efrén y Oscar Serna, por apoyar esta decisión contra un hijo y hermano.

Conozco a Toño, lo estimo y me extraña sobremanera su reprobable conducta, más aun como integrante de la familia propietaria del torneo. Sin embargo, si la Federación Mexicana de Golf y la PGA de México avalaron el torneo, tendrán que analizar los hechos y dictaminar una sanción ejemplar para estos jugadores, como una advertencia de que en nuestro país eso no se permitirá jamás.

En conclusión, mejoraron las cosas en la Copa Golf Latino y felicito a los organizadores. Me alegro por ello.

fdebuen@par7.mx