El juego de golf es, en principio, individual. En las ocasiones en las que se juega en equipo, la individualidad permanece en el equipo.

Recuerdo aquél torneo Interclubes en Lagunas de Miralta, creo que en el 2001, cuando en el hoyo 8, par 3, un jugador de un equipo diferente, preguntó a otro jugador que hierro había pegado. El jugador a quien le hizo la pregunta, contestó «fierro 7» de forma muy natural y quitado de la pena. El juez que escuchó lo sucedido, penalizó con dos golpes a ambos jugadores.

Ya en la cena, después de haber pasado por el tradicional berrinche, el equipo ahora le jugaba la broma preguntándole cosas y él se negaba a contestar cualquiera de ellas; «Chuy, ¿Qué hora es?» y el contestaba «¡Cómprate un reloj!».

Antes de entrar al tema, es necesario definir qué es Consejo; de otra forma, lo aquí escrito podría ser malinterpretado;

podemos pasar a lo que nos dice la Regla 8.

La Regla 8 instruye que un jugador no puede dar o pedir consejo:

Hay muchos motivos para justificar esta prohibición:

• Evitar confundir a otros jugadores

• Dar un consejo equivocado

• Hacer comentarios falsos sobre una situación para forzar una mala decisión de otros jugadores

• Eliminar la posibilidad de acuerdos entre jugadores para obtener un beneficio

Tengo en mente algunos otros motivos, pero mejor así lo dejamos, para no seguir dando ideas.

Mejor veamos ahora el punto b, que menciona la parte sobre pedir:

Aquí se rompe aquella famosa frase que dice «pedir no empobrece». En el golf, pedir consejo cuesta, aunque no lo hayas recibido.

Creo que no es necesario detallar los motivos por los cuales está prohibido pedir, parece bastante normal.

Como DAR consejo está prohibido, si un jugador PIDE, ese jugador ya es acreedor a su respectiva penalidad; si el otro no contesta está a salvo, pero si lo hace, también él se hace acreedor a la penalidad.

La penalidad en match play es de pérdida de hoyo, así que, si alguien pregunta, ya no importa si el otro contesta ya que en ese momento perdió el hoyo.

En juego por golpes, la penalidad es, en cambio, de dos golpes. En el momento en el que uno preguntó, se consiguió dos golpecitos, y en el momento en el que el otro contestó, igualó la cuota.

Es un problema grande el tema de las giras juveniles, ya que los papás tienden a dar instrucciones a los hijos. Los Comités se ven forzados a imponer en sus Condiciones de Competencia que los papás no pueden hablar con jugadores. Sin embargo, nada está estipulado con relación a la galería. Creo que nadie está interesado en poner dos golpes de castigo cuando alguien le grita a Tiger «¡Deja la vista abajo!», «¡Te faltó girar!», «¡Ese putt es muy rápido!» o «¡Pega el hierro 8!».

Hay que tener mucho cuidado con los comentarios que hacemos después de ejecutar un golpe. Muchas veces he escuchado comentarios como «¡Le pegué perfecto al fierro 6 y no llegué, qué fuerte está el viento!». Claro que el jugador que está al lado, ahora toma el fierro 5 y se sorprende cuando se vuela el green por 15 yardas; mordió el anzuelo, en realidad el primer jugador había pegado el 7 y lo había hecho muy suavemente.

Hay varios de esos ejemplos, la velocidad de los greenes, la caída, muchos otros.

Recordemos que, en juego por golpes, no estamos solamente compitiendo contra los compañeros de nuestro grupo, también lo estamos contra los jugadores que vienen en otros y, por lo tanto, necesitamos mantener la equidad en todo el field.

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