El que acaba de terminar fue, sin duda, uno los más gratos fines de semana en el golf. Prácticamente en todos los torneos donde participaron golfistas mexicanos, hubo buenos resultados, además de que el último grande de 2015 fue una maravilla de torneo. Bien vale la pena repasarlos.
El más importante de todos fue el segundo lugar conseguido por la capitalina Alejandra Llaneza en el W.B. Mason Championship, torneo del Symetra Tour, con un total de 10 bajo par. A solo seis torneos de que termine la temporada, es prácticamente un hecho que Alejandra terminará dentro los 10 primeros lugares en la lista de ingresos, asegurando un lugar en el LPGA Tour en 2016.
También Margarita Ramos nos regaló una grata noticia en este torneo, al conseguir su mejor actuación en la presente temporada. Acumuló 7 bajo par, Concluyendo en la octava posición.
Otra grata novedad fue la buena actuación que volvió a tener capitalino Sebastián Vázquez en el Web.com Tour, aprovechando la oportunidad que le dio el haber quedado dentro de los 25 primeros —de hecho fue en el tercer lugar— en el torneo de la semana anterior. En esta ocasión logró el lugar 16 y podrá continuar participando en la Gira.
Después de varias semanas con muy malos resultados en este mismo Tour, el veracruzano Roberto Díaz mostró una sensible mejoría el fin de semana, terminando en la posición 39. Por el momento, se encuentra en el escalón 76 de la lista de ingresos y necesita subir un solo escaño para poder jugar los Playoffs que definen a quienes ascenderán al PGA Tour el año que entra.
En el Tour Profesional Tecate, en Puebla, hubo otra notable sorpresa. Isidro Benítez, estudiante de 16 años y golfista amateur, se impuso a los profesionales de la Gira en el campo de El Cristo, en Atlixco y, con 7 bajo par, se convirtió en el segundo campeón amateur en 12 años de historia. El año pasado otro poblano, Raúl Benítez fue el primero en lograrlo, en esa misma ciudad.
Jason Day, campeón del PGA Championship
La del australiano de 27 años en el reciente PGA Championship —celebrado en el espectacular Whistling Straits, en Wisconsin— fue todo, menos una sorpresa, excepto porque venció a un jugador con hambre suficiente para ganar todos los torneos, y una sobrada capacidad para hacerlo: Jordan Spieth.
En 2010, en este mismo torneo, logró su primer top-10 y, desde entonces, siempre ha sido un importante protagonista; por supuesto, con algunas excepciones. En 2011 fue subcampeón en el Masters y el U. S. Open; en 2013 fue 2° en el U. S. Open, 3° en el Masters y 8° en el PGA Championship; en 2014 fue 4° en el U. S. Open y en 2015, tras haber compartido la punta en los Abiertos de los Estados Unidos y Británico al término de 54 hoyos, concluyó en 9° lugar en el primero y 4° en el segundo.
Gracias a su notable desempeño en los últimos dos años, Jason amanecido el día de hoy como el número tres en el ranking mundial y, de no ser por el extraordinario nivel de quienes lo anteceden —Jordan Spieth y Rory McIlroy—, podríamos asegurar que llegará al cenit de esta lista.
No hubo equivocación de mi parte al mencionar primero al texano de flamantes 22 años y al norirlandés después, porque también el día de hoy, después de una meteórica carrera de poco más de tres años en el golf profesional, Jordan ascendió al número 1 de la clasificación. Méritos le sobran, pues tan solo esta temporada ganó dos majors, el Masters y el U. S. Open, fue 2° en el PGA Championship y sumó tres victorias más en torneos del PGA Tour: el Valspar Championship, el Shell Houston Open y el John Deere Classic.
Entre estos dos súperjugadores han opacado algunos de los impresionantes logros de Tiger Woods en su mágica temporada del año 2000. Con el 20 bajo par acumulado en el cuarto grande del año, Jason superó el 19 bajo par conseguido por Tiger en St. Andrews, mientras que Jordan —gracias a su 17 bajo par— acumuló en los cuatro torneos mayores un total de 54 bajo par, superando por un golpe lo logrado por Tiger en el año citado. Es el tercer jugador, después de Tiger en 2005 y Rickie Fowler en 2014 que logra el top-5 en los cuatro eventos de grand slam en una temporada.
Y si alguien pensaba que el golf no se ha renovado, baste mencionar que los ocupantes de las tres primeras posiciones del ranking no han llegado a los 30 años edad (Jordan 22, Rory 26 y Jason 27).
En conclusión, tras las buenas actuaciones de profesionales mexicanos en giras femeniles y varoniles, el extraordinario papel de un amateur de 16 años en un circuito de paga, el inminente ascenso número 1 de un joven jugador que será ejemplo para las nuevas generaciones, y el triunfo del australiano que, a fuerza de su tesón, su excelencia y su insistencia, ya tiene un major en sus alforjas, el golf del fin de semana fue una verdadera delicia.
Ojalá tengamos muchos como éste.
fdebuen@par7.mx |
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