Este jueves inicia, en el hermoso campo de Whistling Straits, en Wisconsin, al lado del Lago Michigan, la edición 97 del cuarto grand slam del año, el PGA Championship. Al igual que los otros tres grandes del calendario, el campo se prepara con un alto grado de dificultad, pero este trazo, diseño del extraordinario Pete Dye, nació difícil y en esta ocasión lo será más.
Se jugará como par 72 (¿hay todavía?) con 7514 yardas. Quienes recuerdan la debacle de Dustin Johnson en el hoyo 72 de este mismo torneo en este mismo campo —cuando por un error inconcebible recargó el palo sobre uno de los más de mil búnkeres que están repartidos en los 18 hoyos, lo que le costó un castigo que terminó forzando un desempate que habría de ganar el alemán Martin Kaymer. Antes de dicha edición, también fue anfitrión de este torneo en 2004, y se prepara para recibir la Copa Ryder en 2020.
¿A quién seguir?
Lo mejor de este torneo es, sin duda, lo impredecible del resultado, debido a la enorme fortaleza del field. Aunque son muchos los posibles ganadores, me atreveré a mencionar algunos que, a mi juicio, tienen las mayores posibilidades. Aclaro que el orden no es necesariamente indicativo de mi favoritismo.
Jordan Spieth. Ganó los dos primeros majors y estuvo cerca de ganar también el Open Championship en Saint Andrews. Este joven texano de 21 años no le teme a nada ni a nadie y es capaz de mostrar todas sus cualidades sobre casi cualquier tipo de campo de golf. Hace algunos meses mencioné en estas mismas páginas que Jordan es el mejor golfista que ha nacido en los Estados Unidos desde Tiger Woods, y su desempeño este año ha confirmado mi atrevimiento.
Rory McIlroy. El todavía número 1 del mundo regresa de una lesión en el tobillo, que le impidió jugar el Abierto británico. Antes de esta contusión estaba teniendo una magnífica temporada y, si quiere mantenerse en el cenit del golf mundial, deberá vencer a su acérrimo rival. Tras llegar a Whistling Straits declaró que se siente sano y listo para competir en su mejor nivel. Ya lo veremos. Es el actual campeón defensor de este torneo.
Dustin Johnson. El famoso error del 2010 impidió que Dustin tuviera ya un major en sus alforjas. Conoce bien el campo y ya demostró que lo domina ampliamente. Su nivel de golf está por los cielos, su distancia y precisión están en un nivel extraordinario, y ya le toca ganar su primer grand slam.
Jason Day. El australiano pisa fuerte desde hace ya algunos años, y no se puede desechar la posibilidad de que gane ya su primer grande. Está teniendo un gran año y hará lo imposible por coronarlo con el Trofeo Wanamaker.
Bubba Watson. El doble campeón del Masters es un maestro de la recuperación y lidera el departamento de golpes ganados en el PGA Tour. Su distancia es incomparable y, cuando a ésta le añade la precisión, estamos ante un serio candidato al triunfo.
Zach Johnson. La distancia no es su fuerte, pero ya demostró ampliamente que puede ganar torneos importantes, aun con ese déficit. Hace unas semanas salió victorioso del Old Course y debe estar muy motivado para continuar con esa virtuosa racha.
Rickie Fowler. Indudablemente, a Rickie lo motivan los torneos complicados, y su desempeño en los mayores, ha mejorado notablemente desde el año pasado, logrando quedar en el top-5 en los cuatro. También está jugando a extraordinario nivel y es imposible descartarlo.
Justin Rose. En un cuadro de favoritos lleno de estadounidenses, vale la pena integrar a un par de europeos más, empezando por Justin Rose. El inglés ya tiene un U.S. Open en sus alforjas y, sus últimas tres actuaciones le han redituado los lugares sexto, cuarto y tercero, respectivamente.
Henrik Stenson. Jugador de gran precisión, el sueco lidera el Tour en drive total (promedio de distancia y precisión) y en greens en regulación. Por muchas semanas ha estado en el número 2 del mundo, ya ganó una Copa Fedex y le falta un grande en sus vitrinas. Éste podría ser.
Louis Oosthuizen. El sudafricano ya tiene un Open Championship en su palmarés y sabe jugar como muy pocos los grandes torneos. Seis top-ten en el año incluyen dos subcampeonatos en los últimos dos majors. Perdió el Open en desempate contra Zach Johnson.
Se dice que de los cuatro grandes, este es el patito feo.
Quizá no tenga la historia del Open Championship, la dificultad del Abierto de los Estados Unidos o el glamour del Masters, pero generalmente cuenta con el field más competitivo, con campos que exigen todo del jugador y, en este caso en particular, está absolutamente garantizada una increíble competencia.
Están en juego muchas cosas, el tercer grande del año para Jordan, la retención del número 1 para Rory o el primer grande para algunos jugadores. Whistling Straits nos espera, recordándonos que después de éste, el siguiente major es dentro de nueve meses. Así que hay que verlo.
fdebuen@par7.mx
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