Se dice fácil, pero en el Old Course de Saint Andrews —campo sede del 144° Open Championship esta semana— el golf como lo conocemos, se ha jugado durante más de 500 años; sin embargo, fue a principios del siglo xv cuando comenzó a jugarse primitivamente en la región. El campo escocés será sede de este torneo por 29ª ocasión, más que ningún otro campo en el Reino Unido.
Como es tradicional, el campo se jugará como par 72, con una longitud de 7297 yardas. Cuenta con siete greens dobles y un total de 112 búnkeres, cada uno con nombre propio. |
En la actualidad, el campo se juega en un sentido contrarreloj, pero tres días al año se puede jugar en la dirección contraria. Originalmente, el sentido se invertía para permitir la recuperación del césped.
Otro de los detalles especiales de este anciano escocés, es que se cierra los domingos para dejarlo descansar. Ocasionalmente, se abre en estos días como un parque para diversión de la población local. Solo se abre en domingo para la final de un torneo oficial.
El máximo campeón vivo del Open, Tom Watson (5) nunca ha ganado en Saint Andrews.
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Entre el mejor golfista de las últimas décadas y el campo más importante del planeta, hay un romance indiscutible. En el año 2000, durante la edición 129 del Open, Tiger llegó a Saint Andrews tras ganar el U. S. Open en Pebble Beach por 15 golpes. Con la misma determinación ganó el Abierto británico por nueve, acumulando 19 bajo par, suma que rompió por uno el récord impuesto por Nick Faldo en 1990.
El californiano regresó al campo en 2005 y, con 14 bajo par, ganó de nuevo, superando por cinco a Colin Montgomerie.
Este año regresa Tiger al histórico campo, pero…
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