Al momento en el que Dustin Johnson falló su putt para birdie en el hoyo final del U. S. Open, y se declaró la victoria de Jordan Spieth, se oficializaron muchos números, entre ellos los siguientes: es el sexto jugador en la historia en ganar el Masters y el U. S. Open en el mismo año, y el primero desde Tiger Woods en 2002; es el más joven ganador desde Bobby Jones en 1923; es también el más joven ganador de dos majors, desde Gene Sarazen, en 1922. ¿Una más? Es el primero que tira birdie en el hoyo final para ganar este torneo (dato de Mauricio Durazo). |
Siempre se ha mencionado que la experiencia es un factor esencial para ganar los torneos más importantes del mundo. Sin excepción, los cuatro majors suelen ser de tal grado de dificultad, que buscan llevar la paciencia de los jugadores al límite, para poder ganar.
Sin embargo, esta regla parece haber dejado de afectar a los jugadores de la nueva generación, quienes han demostrado ser mejores que los veteranos, pues al menos en las últimas cinco ediciones de torneos de grand slam, han ganado jugadores de menos de 30 años. A saber: 29, 25, 25, 21 y 21.
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Por si la complejidad de Chambers Bay fuera poca, el australiano Jason Day tuvo problemas de vértigo y mareos al final de la ronda del viernes, dificultando su notable desempeño.
A pesar de sus problemas de salud, Jason regresó el sábado para tirar un 68 y empatar el liderato hacia la ronda final. El domingo se sintió mejor, pero el resultado de su ronda no fue el esperado: 74 golpes. Hacia el final de la misma, eligió acuclillarse en vez de agacharse (a levantar el tee o la bola) para evitar más mareos. Fue un milagro que terminara.
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