Con mucha frecuencia escucho que las Reglas del Golf son muy complicadas. Y tal vez lo son, cuando por falta de su conocimiento, los jugadores van complicando las cosas.
Siempre recurro a un pensamiento que me apoya para entender con mayor facilidad; La bola no se toca, se juega como se encuentra y lo mismo sucede con el campo.

Una vez que logro repetirme lo anterior, lo siguiente que me queda por recordar es que el juego está diseñado para jugar una misma bola todo el tiempo.
Me imagino a dos personas que estaban un día descansando a la sombra de un árbol, algo aburridos cuando a uno de ellos se le ocurrió retar al otro a que era capaz de poner una piedra, golpeándola con un palo, en un lugar específico.

Primero de un golpe, después de dos, después quien menos hiciera. Para tal efecto, suena natural que fuera la misma piedra, ya que encontrar otra que fuera igual, me parece que sería bastante difícil.

¡Qué cosa tan simple! Notemos como dice «una bola», desde dónde, hasta cuándo y cómo.
Podemos notar que no dice «hasta que esté lo suficientemente cerca del hoyo», o tampoco dice «con una bola dura en la mesa de salida y tu bola naranja favorita sobre el green».
De allí, empezamos a jugar y ciertas cosas empiezan a pasar que impiden lo anterior:
Algunas de las cosas que suelen suceder son: perdemos la bola, la tiramos a algún lugar de donde no podemos recuperarla o a un sitio que ya no es el campo de golf, la vemos descansar en un lugar con el que es imposible pegar con un bastón.
Si todo el juego quedara en esta Regla, podría llegar a ser bastante corto; cuando el jugador se quedase sin bola, el juego se terminaría.

Para que el juego siga, tenemos una serie de Reglas que nos dicen que hacer para seguir adelante. Notemos como las Reglas que dan opciones, tienen una leyenda que dice «golpe(s) de castigo». A mí me gusta más pensar que algunos no son castigos, sino cuotas.

Por ejemplo, volver al juego después de haber caído en un obstáculo de agua, tiene varias opciones de alivio a cambio de una cuota que nos permite seguir en competencia.
Para cerrar el comentario de la semana, demos una repasada a la Regla 15-1:

Después de 14 Reglas, la 15 vuelve al tema de la 1, «embocar la misma bola que jugó desde la mesa de salida” y entonces menciona algunas de las posibilidades que señalé antes.

Queda claro, además, que no hay dadas, hay que embocar, es el objetivo del juego.

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