. ..

 

Reflexiones sobre el nombre del Abierto Mexicano de Golf y la encrucijada entre encontrar un título de torneo corto, y la necesidad de utilizar uno que podría volverse interminablemente largo, solo para mencionar los nombres de los patrocinadores

Fernando de Buen




Por supuesto, el título de este artículo bien pudo haber sido «Torneos con nombres largos», o algo por el estilo, pero me gustó la idea de predicar con un ejemplo de la crítica que estoy por iniciar.

A través de la historia los nombres de los torneos profesionales de golf han crecido sustancialmente, como parte de una exigencia de los patrocinadores de los mismos, para que la marca que auspicia al evento quede grabada en la mente de los aficionados.

Aquellos nombres históricos y gloriosos como los del Texas Open (1922), L.A. Open (1926) o el antiquísimo Western Open (1899) eran cortos y, a tal grado, efectivos que aún se mantienen en la memoria de muchos golfistas. El propio Masters de hoy, se llamó durante los primeros años —1934 a 39— Augusta National Invitation Tournament, un nombre que en su tiempo fue extremadamente largo.

Con el crecimiento de los medios de comunicación, algunos personajes ligados a la farándula y al golf se volvieron embajadores de torneos, cediéndoles su nombre a los mismos. De esa forma, en 1937 nació el Bing Crosby Professional Amateur Golf Championship, título formado por seis palabras y 45 caracteres que se mantuvo por años como el más largo de todo el calendario golfístico internacional. De la misma manera, otros nombres como los de Dean Martin, Sammy Davis o Bob Hope, fueron utilizados para facilitar el reconocimiento de otros campeonatos.

Después llegaron las marcas y el asunto no mejoró. Valga un ejemplo: el San Diego Open era antes el Andy Williams San Diego Open Invitational, convertido después en el Wickes Andy Williams San Diego Open y el Isuzu Andy Williams San Diego Open Invitational (siete palabras, 47 caracteres), para transformarse en el Shearson Lehman Brothers Andy Williams Open y el Shearson Lehman Hutton Andy Williams Open, hasta que los dioses del golf se apiadaron del torneo y, gracias a un patrocinador con nombre corto, hoy es el Buick Invitational.

Otro buen ejemplo podría ser el torneo del PGA Tour que terminó el domingo pasado, el Shriners Hospitals for Children Open (5, 32), que llevó entre 2008 y 2012 el nombre de una celebridad, el: Justin Timberlake Shriners Hospitals for Children Open (7, 48).

A la fecha, persisten los nombres que rayan en lo ridículo por la extensión de los mismos. Están los siguientes: el Arnold Palmer Invitational presented by MasterCard (6, 45), The Memorial Tournament presented by Nationwide Insurance (7, 51), y el que definitivamente se lleva las palmas, el Humana Challenge in partnership with the Clinton Foundation (8, 52).

Algo que podríamos utilizar como una regla de oro es que mientras menos dinero tenga el tour profesional, más largos serán los nombres de sus torneos. El LPGA Tour, que no pasa por un momento de bonanza económica y que para hacerse de fondos —al más puro estilo de los Borgias, vende hasta los títulos de majors a torneos—, prácticamente depende de las marcas para su subsistencia. Buenos ejemplos son el: Walmart NW Arkansas Championship Presented by P&G (7, 43), el Portland Classic Presented by Cambia Health Solutions (7, 47), y rescato uno de 2012, nada menos que el Lorena Ochoa Invitational presentado por Banamex y Jalisco (8, 51), todo un récord.

En el Symetra Tour, el uso de nombres largos ya es una enfermedad patológica. Destacan entre mis favoritos el Prairie Band Casino & Resort Charity Classic presented by Toyota (10, 55), el Decatur-Forsyth Classic Presented by Tate & Lyle and Decatur Park District (11, 64), y el Symetra Tour Championship Presented by Embry-Riddle Aeronautical University (8, 68); sin duda, tres joyas de la creatividad.

Hasta allí, todo iba de maravilla, pero revisando el calendario del PGA Tour Latinoamérica, me encontré también con otros dos monumentos: el Aberto do Brasil/Aberto do Atlantico presented by Credit Suisse Hedging-Griffo (10, 69) y el mejor de todos: el 56º TransAmerican Power Products CRV Abierto Mexicano de Golf presentado por Heineken. Así es, queridos amigos, leyeron bien, se trata de nuestro Abierto Mexicano, encerrado en un laberinto de ¡12 palabras y 74 caracteres! Salvo prueba en contrario, el nombre más largo que se haya registrado en un torneo internacional de golf en la historia.

Quiero aclarar que admiro y respeto a los patrocinadores que apoyan al golf, ya que a ellos se debe la realización de estos torneos, pero en este caso se trata del campeonato que representa a nuestro país, y no debería ser utilizado de esa forma. Los promotores deberían abocarse a conseguir a un solo patrocinador (Abierto Mexicano de Golf Heineken, por citar un simple ejemplo) y olvidarse de otros auspiciantes y presentadores para el título del certamen.

Con ejemplos como éste, se han traspasado ya todos los límites de la cordura y estos nombres interminables deben terminar de una vez por todas, tanto en México como en el extranjero.

Ojalá existiera una regla en el PGA Tour y sus giras afiliadas, que obligara a los organizadores de torneos a utilizar a un solo patrocinador/presentador en el nombre de cualquier evento. Por supuesto, algo así sería imposible de esperar de estas organizaciones.

En México nos encantaría romper récords en temas relacionados con el golf, pero la longitud de los nombres de torneos no debería estar entre nuestros objetivos.

fdebuen@par7.mx