La internacionalización del espectáculo golfístico en México, ha tomado muchos años y requerido de grandes esfuerzos de patrocinadores, promotores y de los propios circuitos cuyos torneos se celebran en tierras mexicanas.
Han habido altibajos y, después del boom lorenístico, gracias al cual llegamos a tener hasta cuatro torneos del LPGA Tour en un año, hoy contamos con tres torneos del PGA Tour Latinoamérica, uno del Web.com Tour, uno del LPGA Tour y uno más del PGA Tour. Gracias a la magnífica coordinación de no sé quién o quiénes, el Lorena Ochoa Invitational (LOI) y el OHL Classic at Mayakoba se celebrarán en las mismas fechas, entre el 13 y el 16 noviembre.
Se trata de una fatídica coincidencia o una pésima coordinación, donde los propios torneos saldrán más afectados que el público.
No quiero ser agorero del desastre, pero veo con claridad a un vencedor y un derrotado en esta guerra por el interés de ver uno u otro torneo. Desde luego, para quien pueda asistir a la sede en ambas ciudades —México, D. F. para el LPGA Tour y la Riviera Maya para el PGA Tour—, no queda duda de dónde centrarán su atención. El duelo por los ratings se pone interesante para quienes seguirán los eventos por televisión. El primer duelo, el de la cobertura, parece haber sido ganado con amplitud por el campeonato de Mayakoba, quien ya anunció que tanto el Golf Channel como ESPN le darán una amplia difusión al torneo, tanto en México como en el resto del mundo. El LOI aún no anuncia sus planes en su sitio web, pero difícilmente superarán a los de su contraparte.
El siguiente punto para estimar la atención de los golfistas mexicanos es, desde luego, el field. Por el lado de las damas estará la inmortal Lorena, mientras que por los caballeros veremos a Carlos Ortiz. Es bien sabido que Lorena ha estado inactiva en competencias desde hace ya algunos años, y se ve increíblemente difícil que pueda competir por el primer lugar. De Carlos —más por su novatez que por su potencial— podemos decir lo mismo y yo me sentiría más que conforme si logra pasar el corte. Es seguro que Ochoa jugará las cuatro rondas —no hay corte en su torneo—, mientras que Ortiz tendría que ganarse su lugar para estar presente el fin de semana. Ligera ventaja para Lorena.
Del resto de los mexicanos, la balanza se inclina irremediablemente hacia el torneo varonil, ya que también estarán presentes Óscar Fraustro —otro flamante miembro del PGA Tour, aunque con credenciales limitadas—, José de Jesús Rodríguez y uno o dos connacionales más. En el LOI estará seguramente Alejandra Llaneza, y sería inteligente por parte del Comité organizador incluir también en la lista de invitadas especiales a Gabriela López, la mejor amateur mexicana del momento; cabe aclarar que ambas jugadoras se formaron en el Club de Golf México, sede del evento.
En cuanto al público, no hay duda de que la capital del país lleva las de ganar por dos razones: por una parte, sería la primera vez que Lorena participa en un torneo profesional en la ciudad de México desde su retiro y; por la otra, la capital del país cuenta con una abrumadora mayoría de golfistas. Gana el LOI.
De los demás participantes, no hay mucho que discutir. Aquí estamos tratando de comparar a nombres que son ampliamente conocidos desde hace muchos años —ganadores de majors y otros importantes torneos— contra un grupo de jugadoras cuyos nombres no han sido mencionados en periódicos de circulación nacional y otras revistas —que no Par 7, porque aquí seguimos informando de los pormenores de dicho circuito—, desde el retiro de Lorena. Difícilmente, un aficionado o aficionada al golf que se precie de serlo, podría reconocer los logros de tan solo cinco de las jugadoras que participarán en el torneo, aclarando que se trata de un grupo conformado por los mejores del planeta. En un torneo participarán 132 hombres, en el otro 36 mujeres. Por donde se vea, abrumadora ventaja de Mayakoba.
A final de cuentas, si ambos torneos se jugaran en semanas diferentes, todos estaríamos felices de seguir de cerca los pormenores de cada uno y, de ser posible, asistir a los dos. Una mala coordinación ya dio al traste con esta posibilidad y ahora habrá que elegir a dónde dirigiremos nuestra atención.
¿Mi elección? Quien haya leído mi editorial del 1° de septiembre «¿A quién le interesa el LPGA Tour?», Podrá adivinar mi predilección sin mayor esfuerzo: me voy a Mayakoba, pero les deseo a ambos torneos un éxito arrollador.
Por cierto, finalizo con la siguiente aclaración: si Lorena o Carlos, o cualquier golfista de nacionalidad mexicana se cuela entre los primeros lugares el fin de semana, se llevará consigo a la audiencia de nuestro país, dejando atrás cualquier tipo de especulación.
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