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Historias modernas del Open Championship

Fernando de Buen



Jean van de Velde

Estamos a una semana y media de que inicie la edición 142 del Open Championship, el torneo más longevo del mundo. Desde su primera edición en 1860, en el campo de Prestwick, en Escocia, las historias alrededor de este evento han sido tema de conversación entre millones de aficionados, año con año.

Aquí, una pequeña recopilación de anécdotas de la historia reciente de este torneo, que han trascendido en el tiempo, y que ya forman parte de las páginas doradas del mejor campeonato del orbe. Muchos de nuestros lectores habrán vivido todas, otros solo algunas, pero vale la pena recordarlas. Se las presento en orden cronológico. Espero que disfruten la lectura, pero si de algo estoy seguro, es que gozarán los videos.

1977: el duelo bajo el sol
Se trata de uno de los finales más emocionantes en la historia de este torneo. Jack Nicklaus se encontraba 10 golpes por arriba de su más cercano perseguidor, pero también un golpe debajo del joven de Kansas, Tom Watson. Con la agresividad que lo caracteriza, el Oso Dorado, utilizó el driver en el corto par 4 del hoyo 18 de Turnberry, pero su bola encontró la alta hierba que rodea al fairway. Un poderoso segundo golpe le permitió encontrar la orilla del green. Watson respondió con un hierro 7 que dejó su bola a 3 pies del hoyo. Nicklaus puso presión embocando su putt, para empatar momentáneamente el liderato, pero Tom no se amilanó y embocó el suyo para ganar el torneo. Nicklaus tiro 65 y 66 durante el fin de semana, con lo que cualquiera pensaría que ganaría ese y cualquier torneo de grand slam; desafortunadamente para él, Watson tiró 65, 65. Este inolvidable final se conoce como el Duelo bajo el sol.



1979: surge el inmortal Seve
Rodeado de las más grandes estrellas del golf de la época, un muchacho de 22 años nacido en Pedreña, España, comenzó a llamar la atención del mundo del golf, golpeando drives desviados que encontraron muchos de los rincones imposibles de Royal Lytham (incluyendo un estacionamiento temporal) y golpes de recuperación simplemente increíbles. Con inconcebible confianza y recursos que nadie imaginaba, Seve Ballesteros ganó el primero de sus tres Abiertos Británicos, pero también la admiración de todo el público alrededor del mundo y el irrestricto respeto de sus colegas.



1999: la tragedia de Van de Velde
Tras tres magníficas rondas previas y muy buenos 17 hoyos de la final, que le permitieron al francés Jean van de Velde salir al hoyo 18 de Carnoustie con una ventaja de tres golpes sobre su más cercano perseguidor, llegó uno de los finales más anticlimáticos que se recuerdan. Puso su drive al lado derecho del fairway y, en lugar de aprovechar su ventaja y sacrificar un golpe para regresar del fairway, vio la oportunidad de encontrar el green en su segundo tiro, utilizando un hierro 2; lejos de conseguirlo, abrió su bola al lado derecho, ésta pegó en un muro de la grada y rebotó para posarse en medio de la hierba alta. En su tercer golpe encontró el famoso Barry Burn, un arroyo que antecede al green del hoyo. Tras algunos minutos decidiendo si jugaba su bola desde el agua u optaba por el castigo y el consecuente drop, eligió la segunda opción, encontrando el búnker al lado derecho del green. Su sexto golpe quedó a 10 pies del hoyo, desde donde embocó para anotarse un 7, permitiendo que el escocés Paul Lawrie y el estadounidense Justin Leonard lo empataran, forzando el desempate. Después de los cuatro hoyos reglamentarios, Lawrie ganó el torneo.



2000: la primera manga del Tiger Slam
En una demostración más de su enorme poderío, el mismo Tiger Woods que un mes atrás había ganado por 15 golpes el U. S. Open en Pebble Beach, pasaba por encima del histórico Old Course de Saint Andrews, tomando una ventaja de seis golpes tras las tres primeras rondas. Después de un 69 en el recorrido final, su ventaja aumentó a ocho, concluyendo con 19 bajo par. Poco después comentaría que su calentamiento previo a la salida de este domingo, fue el mejor de su vida. La mejor prueba de ello: no encontró ninguna de las 112 trampas que protegen al histórico campo de golf.

Este triunfo marcó su ingreso al club de ganadores del grand slam de carrera, junto con Gene Sarazen, Jack Nicklaus y Gary Player. También habría de ser el primero de sus cuatro triunfos en majors consecutivos, entre 2000 y 2001, lo que después se conocería como el Tiger Slam.



2009: Watson por la hazaña más grande del deporte
Se dice fácil, pero ganar el Open a los 59 años, es algo prácticamente imposible de imaginar. No obstante, el quíntuple campeón de dicho torneo quiso colocar su nombre una vez más en la Jarra de Clarete. En el mismo Turnberry que atestiguó su histórico triunfo contra Nicklaus, llegó Tom con un golpe de ventaja al hoyo final. Tras una perfecta salida al fairway del par 4, eligió un hierro 8 que se pasó ligeramente del green. Su tercer golpe —nada fácil— se pasó 10 pies del hoyo. De haber embocado el par, habría ganado el torneo, y su hazaña quedaría como la más grande en la historia del golf y, para muchos, como la más grande de todo el deporte. Falló su putt, igualó en el total con Stewart Cink, quien terminó derrotándolo en el desempate a cuatro hoyos. Nunca antes se había visto un desempate donde todo el mundo deseaba fervientemente que ganara el mismo jugador. Incluso Cink llegó a declarar que él mismo deseaba que el gran veterano lo superara.



Una pequeña muestra
Cinco historias apasionantes entre un cúmulo, cuya difusión requeriría de un libro completo. Espero que su lectura los invite, queridos amigos, a darse un tiempo para ver este incomparable campeonato que se celebrará en Royal Liverpool, en Holylake, Inglaterra, del 17 al 20 de julio.

fdebuen@par7.mx