Un duelo excepcional fue el que estelarizaron el norirlandés Rory McIlroy y el australiano Adam Scott en el Emirates Australian Open —celebrado en el Royal Sidney Golf Club—, donde el primero consiguió su primera victoria de 2013, evitando que el segundo ganara la triple corona australiana.
El exnúmero 1 del mundo comenzó la ronda final a cuatro golpes del ganador del Masters de este año, pero lo alcanzó tras conseguir águila en el 7 y birdie en el 8. A partir de ese momento, ambos contendientes pelearon cada golpe hasta llegar al hoyo final, con el australiano ganando por uno.
Tras ambos utilizar hierros en la salida del 18 y encontrar el fairway, el segundo de Scott tuvo un largo bote que llevó su bola hasta atrás del green, mientras que Mcilroy dejó el suyo a 10 pies del hoyo. Adam falló en su tercer golpe, provocando que la bola se pasara del hoyo y terminara en la pendiente baja del green, desde donde solo le alcanzó para hacer bogey. Con el triunfo en sus manos, Rory mostró la sangre fría que lo hizo ganar dos majors con ventaja de ocho golpes y embocó para vencer a su rival por uno. Rory firmó para 66, con suma de 18 bajo par, mientras que Scott lo hizo para 71 y –17.
El tercer lugar quedó en manos del también australiano John Senden (66), con 11 abajo.
Se fue la triple corona
Más que ganar un torneo, para Adam Scott —quien inició este torneo con 62, rompiendo el récord del campo— la importancia de la victoria radicaba en volverse el segundo jugador en la historia que consigue la triple corona australiana, después de que su paisano Robert Allenby consiguiera la hazaña de ganar el Australian PGA, el Australian Masters y este torneo. Además de esas victorias, Adam incluyó la de la Copa Mundial de Golf, donde hizo pareja con Jason Day en representación de su país.
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