Vamos a platicar de un tema sencillito, pero que hace la diferencia. Hacer un procedimiento de la forma en la que lo mandan las Reglas sería como jugar “de manteles largos”.

El procedimiento del drop, para poner una bola en juego, tiene como finalidad la imitar a la incertidumbre, buscando recrear lo que pasaría si una bola llegara a ese preciso lugar y que así, como quede, se juegue.

Entonces, cuando vemos a un jugador simplemente aventarla, o ponerla y acomodarla con el bastón, o levantarla de nuevo, parece que no, pero en realidad está rompiendo con lo más sagrado de la tradición. La suerte cuenta, la bola se juega como se encuentra. Y entonces, el procedimiento es el siguiente:

No voy a dar buenas ideas de cuál sería otra forma de dropear, así que cualquier otra forma que se ocurra o se conozca y no sea la descrita, es inválida. Afortunadamente existe la Regla 20-6, conocida como la Regla borrador o como a mí me gusta llamarla, la Regla yo-yo:

Le llamo así porque me imagino que la bola, después de haber sido dropeada incorrectamente, vuelve a la mano del jugador para que lo haga de acuerdo con la instrucción, como si estuviera jugando al yo-yo.

Esta Regla también sirve para corregir casos como el de la bola mal colocada o que procede en un lugar equivocado.

Así que, si en tu próximo torneo, un juez te detiene después de hacer tu drop y te pide que lo hagas de nuevo, que no te de miedo, todavía no tienes castigo, pero sí será indicativo que todavía no juegas “de manteles largos”.

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