Reglas de golf

«Yo solo vengo a divertirme»

Fernando Martínez Uribe




Seguramente ya me lo decían desde antes, pero parece ser que es hasta ahora que lo noté.

Cuando estoy con un jugador que enfrenta el dictado de incluir alguna penalidad de golpes o de descalificación, con frecuencia utilizan el argumento: «Yo sólo vengo a divertirme», como válido buscando la absolución o el perdón, principalmente con las penalidades de descalificación.

Me llamó la atención este fin de semana, durante el torneo del 450 aniversario de la fundación de la ciudad de Durango que se jugó en el Club Campestre de Durango, cuando un jugador que omitió embocar en un hoyo y habiendo pegado en el que sigue, jugando en el sistema stroke play o juego por golpes, pedía que le permitiera seguir jugando ya que no tenía interés por el resultado o por ganar el torneo. Es decir, ganarlo no le interesaba, solo venía a divertirse, y claro, después agregó «…y a tirarle a los o’yeses».

El primer pensamiento que me llegó es que también los otros 215 jugadores están en el torneo, entre otras cosas, para divertirse. En el torneo solo había jugadores amateur, ninguno estaba allí para ganarse la vida, ninguno estaba allí obligado. Pero ese es solo mi pensamiento, tal vez había alguien que no estaba buscando la diversión que el jueguito nos proporciona, puede ser.

Entonces, ¿cómo puede ser que por sólo venir a divertirse” concediendo que es el único que a eso viene, el jugador espere que se le exima de seguir las reglas del juego?

Para probar que las Reglas son para todos por tan sólo participar, hice un experimento, fui a divertirme al cine, brinqué sobre las bancas, hablé por teléfono, platiqué con mis vecinos, tiré palomitas y cuando puse música con mi celular, finalmente vino alguien que se identificó como de Seguridad y me puso de patitas en la calle. Yo utilicé el argumento que pensé me liberaría de seguir el código de etiqueta que se utiliza en el cine: «¡Sólo vine a divertirme!», pero no me valió, me echaron. El de Seguridad me dijo sarcásticamente, «Si quiere divertirse, ¡métase a un torneo de Golf!» ¡Auch!
La Regla 33-7 dice:

REGLA 33. EL COMITE
33-7. CASTIGO DE DESCALIFICACIÓN; DISCRECIONALIDAD DEL COMITÉ

Un castigo de descalificación puede, en circunstancias individuales y excepcionales, dejarse sin efecto, modificarse o imponerse si el Comité considera dicha acción justificada. Cualquier castigo menor a descalificación no puede dejarse sin efecto o modificarse.

Si el Comité considera que un jugador es culpable de una infracción grave de etiqueta, le puede imponer la pena de descalificación bajo esta Regla.

Son pocas las circunstancias con peso suficiente para desestimar una penalidad de descalificación. El Código contempla algunas en las que el Jugador no sabía que algo había pasado y fue descubierto mediante la tecnología. Hay otras circunstancias de verdadero peso como cuando la integridad del propio jugador o de otra persona está en juego. Cosas como esas. Venir a divertirse no es una circunstancia “individual o excepcional”.

Entrando en el terreno de mi opinión personal, creo que una de las principales causas de la baja de interés de muchos jugadores en el resultado mismo de los torneos en los que se participa, son los grandes premios que se están entregando. La mayoría de los jugadores no está más interesado en el trofeo. La primera pregunta que hacen es ¿Qué va a haber de premios? Encuentro que las rifas en la ceremonia de premiación son ahora mucho más festejadas que los propios ganadores. Por eso las categorías de Campeonato y AA siguen siendo tan importantes, muchas veces los jugadores de Campeonato son invitados a los torneos sin el pago de inscripción y entonces no tienen derecho a los premios. Los jugadores de Campeonato sí tienen el verdadero interés de ganar el torneo. Me gustaría ver ese espíritu de competencia volver a todas las categorías.

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