Contrarrestar al viento

Lo que el viento se llevó

Fernando de Buen

Muirfield

La próxima semana se celebrará en el campo de Muirfield, en Escocia, el 121° Open británico, el más antiguo torneo de golf en la historia y, por mucho, el de mayor tradición. En estos campos tipo links, prácticamente nada detiene el viento y, en ocasiones, consigue arrodillar a los mejores jugadores del planeta.

A diferencia de muchos otros factores, las variables que el viento nos presenta durante una ronda, deben ser analizadas en forma minuciosa, pues este factor invisible, podría volver catastrófico al resultado de nuestro juego.

Ahora bien, ¿qué se necesita para afrontar un reto como éste?

Lo primero que debemos hacer es evitar a toda costa combatir al viento, intentando hacer swings con mayor fuerza y velocidad, porque ese sería el camino más rápido a un fracaso estrepitoso. Uno de los aspectos más dañinos de esta condición es la potenciación de los efectos que el palo imprime a la bola; un simple draw puede convertirse fácilmente en un incontrolable hook  y lo mismo pasa con un fade transformado en un slice. Así las cosas, lo primero que debemos evitar es esta tentación natural a forzar nuestros movimientos y concentrarnos en hacer un swing normal y acompasado. Recordemos que siempre podemos recurrir a palos de golf que pueden darnos mayor o menor distancia, sin necesidad de cambiar las condiciones de nuestro swing.

¿A dónde va el viento?
Es lo primero que debemos saber. Cortar un poco de pasto y dejarlo caer es la forma más tradicional y más sencilla de enterarnos de la trayectoria del viento y, en muchos casos también de su velocidad. Cuando se trata de un viento fuerte, escucharlo puede también ser una buena forma de reconocer su fuerza.

Contra el viento
Cuando se juega contra el viento, hay dos aspectos técnicos que nos pueden ayudar a contrarrestar su efecto. El primero de ellos es el ya mencionado de recurrir a utilizar uno, dos o tres bastones de más, y bajar la posición de las manos en el grip, lo que provoca un backswing más corto y, consecuentemente, una trayectoria de vuelo más baja. Los expertos también aconsejan que para mantener la bola a baja altura —y de esa forma evitar que sea demasiado afectada por las cohortes de Eolo— es recomendable ampliar la postura (stance) y colocarse con la bola un poco más atrás de lo usual, ayudando con ello a crear un mejor balance y bajar el centro de gravedad del jugador, lo que también puede ser muy útil bajo estas condiciones.

A favor del viento
El viento a favor es un factor que puede aumentar la distancia en forma muy importante, si sabemos cómo aprovechar tal condición. Si un jugador está acostumbrado a golpear su driver con trayectorias bajas, puede llegar a ser mucho más recomendable utilizar las maderas 3 o 5, buscando con esto elevar la bola lo antes posible. Al momento en el que ésta se mete en el flujo, comienza a recibir los benéficos efectos de una mayor distancia. No está por demás mencionar que estos resultados podrían ser negativos si no los tomamos en cuenta para nuestros golpes al green.

Vientos cruzados
No hay una regla de oro para determinar qué hacer en estos casos. Dependiendo de sus capacidades, el jugador puede optar por combatir al viento a través de imprimirle efecto a la bola, o simplemente estimar la desviación que ésta sufrirá durante su recorrido, para calcular la trayectoria inicial del tiro.

Otros factores que pueden ayudarnos
Básicamente se trata de adquirir conocimientos acerca de los efectos de este fenómeno a diferentes altitudes. En regiones como la ciudad de México —alrededor de 2400 m sobre el nivel del mar— un viento relativamente fuerte afecta en mucha menor medida al vuelo y trayectoria de la bola, que cualquier ciudad ubicada al nivel del mar; en pocas palabras, a mayor altitud menor será el efecto de estas corrientes.

Como siempre, la paciencia
Cuando participamos en un torneo bajo condiciones de viento fuerte, no debemos frustrarnos si nuestra puntuación final tiende a ser algunos golpes más alta que la esperada. Este fenómeno como ya mencioné, afecta de muchas formas al desempeño de un jugador, además de volverse ocasionalmente impredecible durante el vuelo de la bola. Lo único que debemos tomar en consideración, es que todos los participantes sufrirán las mismas consecuencias y no hace falta esperar a terminar una ronda lleno de coraje y frustración, sólo para enterarnos que a todos nos fue igual de mal.

En conclusión, jugar ante la presencia del viento es igualmente apasionante que hacerlo en una mañana de calma chicha. Todo es cuestión de concentrarnos un poco más, de no dejarnos tentar con el deseo de imprimir mayor velocidad a nuestro swing, de observar constantemente el movimiento de árboles y banderas para determinar su influencia y de ejecutar nuestro golpe como con naturalidad y ritmo.

Los invito a dedicarle algunas horas a disfrutar la trasmisión del Abierto Británico y a observar cuidadosamente a los competidores en un día de viento, sólo para corroborar que sus movimientos son idénticos a los que efectúan en cualquier otro torneo.

fdebuen@par7.mx