El próximo miércoles por la mañana, estaré volando hacia la ciudad de San Antonio, Texas, para asistir al Valero Texas Open, torneo que este año —gracias al cambio del calendario del PGA Tour— estará recuperando el brillo que por décadas lo mantuvo como uno de los torneos más prestigiados del calendario anual, por tratarse del Abierto del Estado de Texas.
El TPC San Antonio, conformado por dos espectaculares campos de golf que rodean al espectacular resort JW Marriot, situado en la región del Texas Hill County, una fértil zona montañosa que rodea al norte de esta hermosa ciudad de incomparable sabor mexicano y que, año con año, alberga a más desarrollos golfísticos, de los que hablaremos en un próximo artículo. De los dos espectaculares campos que conforman el complejo, uno de ellos —el Canyons Course— fue diseñado por el prestigiado arquitecto Pete Dye, casa del AT&T Championship, torneo del Champions Tour; el Oaks Course —sede del Valero Texas Open— fue diseñado por Greg Norman, con la asesoría de Sergio García. Se trata de un monstruo de 7522 yardas, par 72, abierto en 2010, que no ha resultado sencillo para los jugadores del Tour. Una anécdota histórica es la que sufrió el jugador Kevin Nah hace dos años, cuando en el hoyo 9, después de pelear con rocas y arbustos, terminó el hoyo en ¡16 golpes!
Bajo muchos diferentes nombres, este torneo nacido en 1922, ha visto a campeones de la calidad de Walter Hagen, Byron Nelson, Ben Hogan, Sam Snead, Arnold Palmer —en tres ocasiones—, Ben Crenshaw, ChiChi Rodríguez, Hale Irwin, Nick Price, Jay Haas, Justin Leonard —otra tres— o Adam Scott, entre muchísimos otros grandes jugadores.
A diferencia de otros años —cuando este torneo era un colateral de uno de los Campeonatos Mundiales de Golf—y no contaba con ninguno de los 64 mejores jugadores del mundo, a partir de este 2013, se celebra en una semana propia y, lo mejor de todo, es la anterior a la celebración del primer major del año, lo que ha provocado que no sólo estén presentes muchos de los mejores jugadores del Tour de la PGA, sino también aquellos que participan en el Tour Europeo y que estarán presentes en Augusta. Serán un total de 156 jugadores, dos de ellos situados en el top-ten del ranking mundial, siete entre los mejores 30 y 11 entre los mejores 50. Tendremos la oportunidad de ver jugar al irlandés Padraig Harrington, a los sudafricanos Retief Goosen y Charl Schwartzel, al español Gonzalo Fernández-Castaño, al coreano K. J. Choi, al inglés Ian Poulter, los alemanes Marcel Siem y Alex Cejka, al argentino Andrés Romero, los estadounidenses Jim Furyk, Matt Kuchar o Justin Leonard, entre muchos otros.
El platillo especial será, sin duda, la confirmación de que el ex número 1 del mundo, Rory McIlroy, quien acaba de avisar que participará en el evento, para continuar su adaptación a las herramientas de su nuevo patrocinador. Dadas las condiciones y el grado de dificultad del campo sede, esta será una gran prueba para que el norirlandés demuestre si está listo para el Torneo de Maestros.
La próxima semana platicaremos más sobre esta apasionante experiencia.
fdebuen@par7.mx
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