Prohibir el anclaje de putters

Una Regla non grata

Fernando de Buen

Encuesta Par 7
Phil Mickelson y Keegan Bradley.

Hace apenas algunas semanas, nos enteramos de un inminente cambio a las Reglas de Golf, consistente en prohibir la acción de anclar el putter al cuerpo, como parte del swing de golf. Tanto la USGA como la R&A de Saint Andrews y llegaron a un acuerdo en este sentido, advirtiendo que será hasta 2016 cuando la regla entre en efecto. Más allá de la polémica que surgió alrededor de esta determinación, una reciente nubosidad de color gris oscuro se ha posado en el firmamento golfístico internacional: el PGA Tour no está de acuerdo con el cambio.

Hace cerca de seis décadas, los dos organismos que rigen al golf internacional —mencionados en el párrafo anterior— sabían que tenían que unificar las reglas y decidieron avanzar juntos en tal sentido. Uno de los grandes cambios fue la determinación de reunirse para revisar los cambios cuatrienales a este código y, en medida de lo posible, publicar las Reglas en con un máximo de similitudes. A pesar de ello, siempre hubo sutiles diferencias y no fue, sino hasta 2012, cuando cada uno de los libros de Reglas se publicó en forma idéntica, tanto en contenido como en compaginación, a excepción, por supuesto, del idioma en el que fueron editadas.

El cambio anunciado al tema relacionado con los putters de ombligo o escoba fue, por supuesto, una decisión conjunta de ambas asociaciones. Con la intención de escuchar posiciones, se abrió un plazo de 90 días para que las organizaciones golfística del planeta pudiesen opinar en favor o en contra de la polémica regulación.

Quien ya ejerció tal derecho fue el PGA Tour, uno de los organismos deportivos más poderosos del planeta, a través de su Comisionado Tim Finchem quien, en conferencia de prensa durante el Accenture Match Play, declaró: «Nosotros no creemos que prohibir el anclaje es lo más conveniente para el golf y el PGA Tour».

Es muy probable que hace dos décadas esto no habría sucedido, y la prohibición hubiera sido meramente un asunto de demandas legales entre los fabricantes de este tipo de putters y los emisores de las Reglas. Sin embargo, en fecha relativamente reciente tres jugadores que utilizan alguna variante de este tipo de putters, han ganado torneos de grand slam; Keegan Bradley triunfó en el Campeonato de la PGA de 2011, Webb Simpson se llevó el U. S. Open de 2012 y Ernie Els hizo lo propio con el Open británico de ese mismo año. Se trata de tres de los últimos cinco majors y eso, definitivamente, ha llamado la atención de todos, particularmente del Consejo Consultivo de Jugadores del citado circuito, así como el Consejo de Políticas del Tour, quienes se reunieron con Finchem en fecha previa a la declaratoria para dar a conocer su posición.

«En la ausencia de datos o algunas bases de que ello ofrezca una ventaja competitiva —puntualizó el Comisionado—, así como la cantidad de tiempo que el anclaje ha formado parte del juego, no hay una razón poderosa para salirnos de ese camino». Si bien minutos después se mostró más sensible y solidario con las políticas anunciadas por USGA y R&A, mencionando que el PGA Tour «mantiene a la USGA en la más alta consideración», dejó entrever la posibilidad de que el circuito profesional haga caso omiso de los cambios a la citada Regla, provocando con ello una nueva bifurcación en el código. Si no se llega a un acuerdo en el corto plazo, es posible que en el año del regreso del golf a los Juegos Olímpicos, nos encontremos con un libro de reglas para profesionales y otro para amateurs.

Sería una desgracia para nuestro deporte.
fdebuen@par7.mx