Importantes modificaciones a nuestro máximo torneo

55° Abierto Mexicano de Golf

Fernando de Buen

Vernon, Coghlan

Un importante cambio fue anunciado recientemente en las oficinas de la Federación Mexicana de Golf (FMG), a través de su presidente, el Lic. Jorge Kahwagi Gastine. Nuestro máximo evento golfístico cambia de gira y pasa del web.com Tour al PGA Tour Latinoamérica, y se celebrará del 14 al 17 marzo en el Club de Golf México.

Si bien podría considerarse al cambio como una devaluación, debido a que pasará en la segunda a la tercera gira en importancia del PGA Tour, lo cierto es que el circuito del subcontinente abarca principalmente torneos nacionales, entre los que se incluyen, aparte del nuestro, el colombiano, portorriqueño, dominicano, brasileño, chileno y argentino. Bajo esta tónica se antojaba difícil que nuestro Abierto se pudiera mantener en el web.com Tour, independientemente de que la Federación —dueña del torneo— no es propietaria de los derechos sobre la fecha de dicho circuito.

Algunas situaciones se desprenden de este cambio y creo que vale la pena destacarlas.

Primeramente, la sede del torneo ya no dependerá de convenios comerciales del promotor y podrá ser asignada, con plena libertad, por la FMG. De esta forma, serán sus asociados quienes pujen por convertirse eventualmente en anfitriones y demuestren que pueden con el paquete, bajo la estricta vigilancia de la gira estadounidense y la propia Federación. Si logramos adaptarnos a la estricta organización de las grandes asociaciones internacionales de golf, estas sedes podrían asignarse con varios años de anticipación y presentarse en perfectas condiciones para cada edición del campeonato.

La FMG mencionó que oficialmente ya no existe una relación con OnGoing Marketing Group, la promotora argentina que tuvo por varios años el contrato de este torneo, llevándolo del Tour de las Américas al Challenge Tour Europeo y, de allí al web.com Tour; independientemente de los avances conseguidos por dicha empresa, al recuperar el control del torneo, la Federación será la única responsable de su destino y, lo que suceda con el evento afectará de una forma u otra a la imagen de la institución, como siempre debió ser.

También vale la pena mencionar que el monto que se requerirá para la organización de dicho torneo es sensiblemente menor al que demandaba anteriormente, lo que facilitará su organización, minimizando los riesgos económicos a los que tendrá que someterse el máximo organismo golfístico del país, al responsabilizarse por el campeonato. Se trata de una menor inversión que no necesariamente implicará un menor ingreso. Es factible pensar que si se hacen bien las cosas y no se nos cruza una nueva crisis económica, el torneo podría dejar interesantes dividendos para la promoción del golf en todas sus áreas.

Una de las quejas que siempre se hizo presente en la organización de los anteriores Abiertos Mexicanos, fue la limitante del número de connacionales que podrían participar en cada edición. Si bien la cantidad llegó a exceder a las expectativas —en función de las exigentes regulaciones del PGA Tour en sus torneos—, siempre fue insuficiente para darles mayores oportunidades a nuestros jugadores. Hoy, siendo parte del circuito latinoamericano, es seguro que se abrirán muchas más oportunidades para que profesionales mexicanos jueguen el certamen —se mencionan más de 30—, pero también habrá más lugares que podrá asignar la FMG. Al parecer, serán tres este año y serán elegidos dos amateurs y un profesional.

Fiel a su costumbre, el hermosísimo trazo de San Buenaventura, en Tlalpan, se encuentra en óptimas condiciones, y los visores del PGA Tour declararon ya que, si fuera por el campo, el torneo se podría celebrar de inmediato. Además, ha quedado demostrada su gran capacidad de organización, a través de los muchos torneos internacionales que dicho club ha organizado en su ya longeva historia.

Regresa el Abierto Mexicano a la institución que nunca debió dejarlo salir. Son buenas noticias.

fdebuen@par7.mx