Quien llegue a tener en las manos la edición de noviembre de nuestra revista impresa antes que ésta, se encontrará con un título muy parecido al de este artículo. Es inevitable.
Diez años no se cumplen todos los días y sentimos un enorme orgullo al haber cumplido con este lapso. Obviamente, al hablar de un decenio, no nos referimos a esta edición online, sino la impresa, que vio la luz en el segundo semestre de 2002.
Lo que parece inevitable, es que si la humanidad continúa destrozando el hábitat de nuestro único planeta, no quedará más remedio que recurrir a situaciones extremas y, una de las más probables será la prohibición de utilizar el papel para imprimir periódicos y revistas —una forma de salvar la deforestación— y, en todo caso, dejarlo como un artículo de superlujo para la producción de algunos libros que podrían llegar a resultar muy caros. Lo que aún desconocemos que es la fecha en la que ello podría suceder.
Sin embargo, más allá de que esta teoría pudiese resultar cierta, es un hecho que la recurrencia a la consulta de noticias a través del correo electrónico o Internet, evidencia en estos tiempos un crecimiento exponencial, y son muchas las razones que justifican este cambio de conductas.
En aras de apropiarse del mercado de receptores de comunicaciones periódicas, los fabricantes de equipos celulares concentran casi la totalidad de sus esfuerzos en la elaboración de smartphones, a la vez que los proveedores de Internet buscan ofrecer mayores velocidades de acceso y un mejor precio por las mismas, para también quedarse con una rebanada de este muy apetitoso pastel. Ello, antes de que el Internet se convierta en un bien público y se vuelva gratuito, como ya está sucediendo en algunas ciudades del mundo.
Cada vez son más los modelos de tabletas digitales como las iPad, Nexus, Asus y Kindle, entre muchas otras. Baste decir que, a tres días de haber salido al mercado, la iPad Mini vendió ya 3 millones de unidades. La demanda por estos equipos crece en forma exponencial, y cada vez son más los que recurren a ellos para la lectura de libros, periódicos y revistas, sólo por mencionar materiales que tradicionalmente se imprimían. Si aplicamos las tendencias tecnológicas de las últimas tres décadas, no hay duda que en un futuro muy cercano, estos portentos de la ingeniería serán tan accesibles al público como una televisión sencilla.
El mundo tiende a lo digital y rescato dos grandes ejemplos de cambios que serán de gran trascendencia en el mundo de la comunicación; el primero de ellos, la decisión de sus editores de no imprimir más la Enciclopedia Britannica y elaborar únicamente la versión digital, rompiendo con una tradición que data de 244 años; el segundo, el reciente anuncio del revista Newsweek —nacida hace 80 años—, que el 31 diciembre próximo dejará de imprimirse en papel, para volverse 100% electrónica.
Aquí vale la pena mencionar que los alcances tecnológicos de un material digital, superan con creces a la oferta impresa por muchas razones. Sólo por citar algunas, yo señalaría la protección al medio ambiente, la posibilidad de incluir audio y video en las ediciones, ligar los artículos a otras fuentes para complementar la percepción de la noticia y la enorme ventaja de poder recibir el medio en casi cualquier aparato con conexión a Internet. La contra es, por supuesto, resignarnos a dejar de disfrutar de la incomparable sensación de manipular el papel.
Aunque lleva ya más de un año de existencia, sentimos a Par 7 online como el regalo por el 10º aniversario de su antecesora y, aunque no hay planes aún de cancelar la edición impresa —nos encanta—, nos estamos preparando con ahínco para que, llegado el momento, la despidamos con honores para continuar con este paso a la tecnología y la modernidad.
A todos los que han seguido desde tiempo atrás a la Par 7 impresa, nuestro eterno agradecimiento, porque han sido guías de su evolución. A los que se unieron a nuestro esfuerzo en la edición online, también les damos las gracias, porque están siendo parte de su crecimiento y consolidación.
fdebuen@par7.mx
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