Reflexiones del PGA Tour Latinoamérica

Fernando de Buen

Vernon, Coghlan
José de Jesús Rodríguez.

Son ya cinco torneos los celebrados en el naciente PGA Tour Latinoamérica y, aprovechando que las noticias internacionales bajaron de intensidad y emoción —en comparación con los de semanas anteriores—, quizás es un buen momento para una reflexión acerca de este nuevo esfuerzo de la organización estadounidense. Por supuesto, dirigida a nuestros profesionales mexicanos.

Si bien es evidente un avance en el nivel de juego de nuestros pros, también lo es que aún seguimos lejos del poderío argentino, cuyos exponentes han ganado los cinco torneos que se han llevado a cabo hasta ahora. Hemos visto a los nuestros quedarse cerca, como le sucedió al Camarón Rodríguez en Brasil, perdiendo en desempate, o a Oscar Fraustro, quedando a un golpe el pasado domingo. No es evidente una notable diferencia en los niveles de juego, pero entonces habría que preguntarse cuál es el ingrediente que los hace ganar a ellos y no a los nuestros.

Desde luego está el aspecto de la experiencia; los argentinos han estado mucho más tiempo cerca del profesionalismo y el triunfo no es un factor desconocido para ellos en absoluto. Siempre hay al menos un jugado de dicho país en el PGA Tour y algunos más militan en el Tour Europeo. Los nuestros en cambio, no han podido acceder a esos niveles desde la salida de Estaban Toledo.

El punto positivo en todo esto es que, al igual que sucedió en la Gira Negra Modelo, y en el caso excepcional del Camarón ganando la Orden al Mérito en el Tour Canadiense, el fogueo será clave para elevar a los nuestros a mayores alturas y enseñarles a familiarizarse con el triunfo, ese elusivo término que llega a escabullirse de los nuestros a veces con extrema facilidad.

Vimos en el evento inaugural —el Mundo Maya Open, en el hermoso campo de El Jaguar, del Yucatán Country Club, a un sorprendente Tommy Cocha alcanzar 22 bajo par y dejar en segundo lugar el chihuahuense Oscar Fraustro, con cinco golpes más. Dos oriundos del país de las pampas, Ariel Cañete (-18) y de nuevo Cocha (-16) hicieron el 1-2 en Monterrey, quedando el zurdo Armando Favela en quinto lugar, a tres golpes del campeón. Bogotá, sede del tercer torneo, no fue un buen evento para los nuestros, siendo Manuel Inman el mejor colocado, concluyendo en el lugar 14; de nuevo los argentinos, Matías O'Curry (-9) y Nelson Ledesma obtuvieron los dos primeros lugares, el segundo compartido con el colombiano Andrés Echavarría, con 1 bajo par. Después llegó Brasil, donde José de Jesús Rodríguez estuvo a 70 cm de ganar el torneo, pero falló su putt y entregó el triunfo en desempate a Clodomiro Carranza, tras terminar ambos con 15 bajo par. Finalmente, ya en su propio país, Alan Wagner alcanzó 15 bajo par y resultó campeón en el Roberto De Vicenzo Invitational, en Buenos Aires, ganándole por dos golpes a Fraustro y a Cañete.
Vemos, pues, que los mexicanos han estado muy cerca —tres segundos y un quinto lugares—, pero no han alcanzado el triunfo.

En lo que a ingresos se refiere, cuatro argentinos encabezan la lista y uno más ocupa la séptima posición; entre ellos se ubican dos mexicanos, Fraustro en sexto lugar, y Rodríguez en séptimo; dos puestos abajo, en noveno, está colocado Favela. De nuevo, tres jugadores en el top-ten, pero alejados del primer sitio.

Si las cosas continúan en una trayectoria lógica, muy pronto veremos ganar a un mexicano en este circuito y, poco después comenzaremos a familiarizarnos con triunfos de los nuestros en esta nueva Gira. Ya no se trata de un jugador que sobresale entre los demás, sino a un grupo de profesionales que han evolucionado en forma notable y a quienes les falta ajustar un par de tuercas para saborear la victoria.

El PGA Tour Latinoamérica es una oportunidad inmejorable para acercar a nuestros profesionales a un nivel de juego más exigente en todos los sentidos. Hasta ahora, los resultados han sido positivos; muy pronto serán excelentes.

fdebuen@par7.mx