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El Tour Championship y la Fedex Cup

El último de 2012

Fernando de Buen


Fedex Cup.

Este fin de semana concluye una temporada espectacular: 255 días, 161 rondas, 40 torneos. Desde el triunfo de Steve Stricker en Hawai —al inicio del calendario— hasta la contundente victoria de Rory McIlroy en el BMW Championship, este 2012 vio pasar una increíble cantidad de escenas emocionantes, de momentos inesperados y un golf excepcional.

Lo único decepcionante sería que Rory McIlroy o Tiger Woods —principalmente el primero— no se quedasen al final del Tour Championship con la polémica Copa Fedex. Volver a mencionar las debilidades del estúpido sistema del PGA Tour para otorgarla, sería aburrido y reiterativo para ustedes, queridos amigos.

Retomemos pues, lo bueno de este 2012.

Lo más importante del año para los aficionados al golf es, sin duda, el regreso de Tiger Woods a su mejor nivel, su ascenso hasta el sitio número 2 de la clasificación mundial, y una temporada de tres triunfos, que fueron suficientes para rebasar en dicha estadística al inmortal Jack Nicklaus. Con 74 victorias, dejó en tercer lugar al Oso Dorado y le faltan ocho para alcanzar el máximo ganador de todos los tiempos, Sam Snead.

La consolidación de McIlroy como el mejor golfista del planeta, no es sólo una gran noticia para el golf, ya que estamos hablando de un líder de apenas 23 años de edad, pero también de un jugador con muy pocas debilidades, con el carisma suficiente para atraer a las masas y, lo más importante, un hueso muy duro de roer para el intento de regreso de Tiger Woods al cenit del golf mundial. Lo injusto: si el norirlandés concluye este torneo en segundo lugar y cualquiera de los otros cuatro que están en el tope de la clasificación gana el torneo, la Copa —que debería de pertenecerle desde ya— pasará a manos inmerecidas.

Dos rondas finales sobresalen del resto: el triunfo de Brandt Snedeker en el Farmers Insurance Open, en Torrey Pines, superando una desventaja de siete golpes faltando 18 hoyos, o la de Phil Mickelson, en el AT&T Pebble Beach National Pro-Am, en Pebble Beach, superando un déficit de ocho golpes en la ronda final, para marcar el triunfo número 40 de su carrera.

La gran sorpresa fue, sin duda, Jason Dufner, quien después de 163 intentos, consiguió su primer triunfo en el Zurich Classic of New Orleans, venciendo en muerte súbita a Ernie Els y, dos torneos después, volvió a ganar, ahora el HP Byron Nelson Championship. Lejos de sus dos inesperadas victorias, este otrora ilustre desconocido es ahora un referente de buen golf en los Estados Unidos.

Hay estrellas que brillan con luz propia y otras que están conectadas a una planta de electricidad. Entre las segundas —basta recordar a la hawaiana Michelle Wie como el mejor de los ejemplos— está el golfista más popular entre los adolescentes de los Estados Unidos, Rickie Fowler, a quien me atreví a comparar meses atrás con el insoportable Justin Bieber. Pues bien, también este año fue benévolo con este oneroso proyecto, y Fowler consiguió su primer título en el Tour tras superar en hoyo extra al propio Rory y a D. A. Points, en el Wells Fargo Championship. Un 1°, un 2° lugar y nada más.

Para quienes lo vimos surgir en el golf profesional, haciéndole contrapeso al entonces imbatible Tiger Woods, se nos hizo lógico pensar que el español Sergio García sería un natural ganador de torneos, incluyendo algunos de grand slam. Pues bien, estábamos algo más que equivocados, pues el otrora Niño pasó por importantes transformaciones en su forma de jugar y se olvidó de ganar torneos. La última vez que había triunfado en suelo norteamericano fue en 2008, pero también este año fue benévolo con él, y pudo llevarse el trofeo del último torneo del calendario regular, el Wyndham Championship. Ésta, más sus victorias en el Tour Europeo, me motivan a declarar a este joven veterano como el regreso del año.

Sin duda, hay muchas más cosas que mencionar, pero las citadas son prueba contundente de lo bueno que fue este 2012 en el principal circuito profesional de golf en los Estados Unidos.

Sólo nos queda esperar que la Copa Fedex quede en las manos adecuadas y que en el 2013, el PGA Tour use tres neuronas más —el doble de las que actualmente utiliza— para lograr un sistema más justo.

El Tour Championship no tiene la culpa y seguramente será un torneazo.

fdebuen@par7.mx



«Lo único decepcionante sería que Rory McIlroy o Tiger Woods —principalmente el primero— no se quedasen al final del Tour Championship con la polémica Copa Fedex. Volver a mencionar las debilidades del estúpido sistema del PGA Tour para otorgarla, sería aburrido y reiterativo para ustedes, queridos amigos.»

 


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