Entre el jueves 28 y el sábado 30 junio, se llevó a cabo en el World Trade Center de la Ciudad de México, la segunda edición de la Expo Golf, versión 2.0. Si bien este nuevo esfuerzo superó en buena medida al anterior —ya que contó con importantes marcas de golf que no hicieron acto de presencia en 2011— todavía necesita dar más para asegurar la atracción del exigente mercado que representan los golfistas de ese país. No se puede soslayar que para calendarizar una visita a la Expo, los golfistas deben sacrificar horas de trabajo —tratándose de jueves viernes— o el golf, si la fecha es en sábado. ¿Qué puede hacer falta para que los aficionados a este deporte sacrifiquen trabajo o golf para visitar la Expo, aparte de pagar su boleto? Pues a encontrar la respuesta y llevarla a la práctica, o este esfuerzo nunca crecerá. |
El año pasado —por una excelente iniciativa de Verónica Müller, de Mayakoba Golf Classic— los propios expositores propusimos la celebración de conferencias, pero nuestros amigos organizadores prácticamente las convirtieron en conferencias… ¡de prensa! En pocas palabras, no fueron otra cosa que anuncios de los expositores para dar a conocer nuevas marcas, nuevas tendencias, nuevos resorts o cosas por el estilo. Si bien estas expresiones son necesarias y, en la mayoría de las ocasiones, interesantes, la intención de nuestra propuesta tenía fines didácticos o de entretenimiento y no solo comerciales. Seguimos pensando que a este esfuerzo le hizo falta una mayor promoción y que algo deberán hacer los organizadores para que 2013 sea una mejor producción. |
Por otra parte, escuchamos a Fernando Becerril, de Callaway, proponiendo que esta exposición se lleve a cabo durante los meses de febrero o marzo, con el fin de que sirva como escaparate para la presentación de las nuevas líneas de ropa, palos de golf, bolas y accesorios. Sumando esta propuesta a la de pláticas, cursos o conferencias, nos parece que se generaría el suficiente interés, no sólo en los medios de difusión, sino en el público en general que —de enterarse con el debido tiempo— seguramente programaría su visita con tiempo de sobra.
¡Ah! Y una cosa más: nunca usar el sonido local de todo el salón para mencionar promociones, realizar entrevistas y cosas por el estilo. Es una forma terrible de contaminar con ruido a un sitio dedicado al golf. Mejor una bocina portátil, queridos amigos.
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