Después de una semana tan espectacular como la que vivimos recientemente por la celebración del Masters —que nos mantuvo con la emoción al límite hasta el final de la muerte súbita—, me queda claro que el 2012 será un año excepcional en términos golfísticos. La competencia en lo más alto de la clasificación mundial parece lucha súper libre entre varios gladiadores, sin límite de tiempo.
Podríamos comenzar por mencionar que, debido al sistema de cálculos y lo cerrado de la competencia, el ranking mundial de golf sufrió un nuevo cambio y el inglés Luke Donald volvió a descender al segundo lugar (9.48 puntos), cediéndole el liderato al norirlandés Rory McIlroy (9.59), el joven de 22 años que ascendió nuevamente al tope de la clasificación —aun sin jugar—, debido a que el rubio inglés necesitaba terminar al menos en el octavo sitio en el reciente RBC Heritage para conservar su puesto, pero apenas alcanzó el 37. Donald acumula un total de 44 semanas en el cenit, mientras que Rory inicia su tercera. La diferencia en puntos entre ellos y el inglés Lee Westwood —quien se ubica actualmente en tercer lugar, pero ya ostentó el trono durante 22 semanas— es tan compacta, que una combinación de resultados en un solo torneo podría recolocar a cualquiera de ellos en una posición diferente a la que ahora ocupan.
Durante meses fue una lista que tuvo pocos movimientos en los 10 primeros puestos, donde un número menor de europeos y estadounidenses compartía créditos con sudafricanos y uno que otro australiano. Hoy sorprende ver en ella a nombres como el de Bubba Watson —actualmente en el cuarto lugar (6.47), y el de Hunter Mahan (5.82), quien ocupa el quinto. Tres estadounidenses más han regresado a los mejores 10 y son Steve Stricker (5.53) el séptimo sitio, Tiger Woods (5.48) en octavo y el zurdo Phil Mickelson, en noveno, con 5.32.
Hacía tiempo ya que no veíamos a cinco jugadores de Estados Unidos dentro de esta élite que se complementa con cinco europeos. Tampoco ha de durar mucho esta combinación, porque los sudafricanos y australianos que han estado aquí durante un buen número de semanas, han sido temporalmente desplazados, pero no hay duda de regresarán pronto. Con su segundo lugar en el Masters y su flamante campeonato en Malasia, ya Oosthuizen ascendió al puesto número 12 y parece suficientemente encarrerado, para llegar a la lista de los más grandes.
Aún es amplia la distancia entre los tres primeros y el cuarto lugar, pero en la forma en la que se están dando las cosas, pueden surgir más cambios. Todo ello en beneficio del golf, que parece recuperar la popularidad que le dio Tiger Woods entre finales de los noventa y la primera década del nuevo siglo.
Lo mejor de todo esto vendrá en el mes de septiembre, entre el 28 y el 30, cuando europeos y estadounidenses se reúnan para celebrar la edición 2012 de la Ryder Cup, el torneo por equipos más emocionante del mundo. Tras la dolorosa derrota en Gales el año pasado, los sobrinos del Tío Sam querrán recuperar la áurea presea en el Medinah Country Club, histórico campo cercano a la ciudad de Chicago.
¿Podrán? Eso está por verse. Mientras tanto, sigamos disfrutando del golf internacional.
fdebuen@par7.mx
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