En el Bobby Jones, si Brandt Snedeker vence a Retief Goosen y Kyle Stanley supera a K. J. Choi, Snedeker y Stanley —quienes se enfrentaron recientemente en muerte súbita en Torrey Pines—, favoreciendo al primero.
En el Sam Snead, podría darse la revancha de un encuentro que significó la única derrota de Tiger Woods en una de sus cuatro finales disputadas en este torneo; si Woods supera al español Gonzalo Fernández-Castaño y Darren Clarke le gana a Nick Watney, el campeón del Open británico tratará de vencer de nuevo al californiano.
En el Ben Hogan puede repetirse otra historia memorable –casi dos años atrás— en la Copa Ryder; si Graeme McDowell le gana a Y. E. Yang y Hunter Mahan retira a Zach Johnson, ambos se enfrentarán como en el duelo que definió aquella Copa en Gales a favor de los europeos.
En el Gary Player se vislumbra otro posible duelo de gran calidad; si el campeón del Masters, Charl Schwartzel puede dar cuenta de Gary Woodland e Ian Poulter hacer lo propio con Sang-moon Bae, estos dos grandes se enfrentarían entre sí, solo que Poulter —junto con Donald— han demostrado ser los más poderosos jugadores de match play en el orbe.
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