Llegó la hora. Está a punto de iniciar en Melbourne, Australia, el encuentro bienal entre los mejores jugadores de Estados Unidos y el equipo Internacional, formado por golfistas no europeos, el cual ha favorecido históricamente a los sobrinos del Tío Sam. En esta ocasión, sin embargo, la competencia será más pareja que nunca, aunque de acuerdo con el ranking mundial, los visitantes tendrían una pequeña ventaja. Como contrapeso a la misma, vale la pena mencionar que en el equipo del resto del mundo militan cinco jugadores australianos, lo que significará el definitivo apoyo del público que asista al Royal Melbourne Golf Club.
Los de Estados Unidos han ganado en seis ocasiones, por una de sus adversarios, más el polémico empate decretado en 2003 (ver tercera nota).
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De acuerdo con los ensayos del lunes y martes (tiempo local), el capitán estadounidense Fred Couples (foto), prácticamente decidió ya quienes formarán las parejas para los primeros encuentros del jueves: éstos estarían formados por Tiger Woods y Dustin Johnson, Phil Mickelson con Jim Furyk, David Toms con Matt Kuchar, Steve Stricker con Hunter Mahan, Webb Simpson con Bubba Watson y Bill Haas con Nick Watney. El capitán de los Internacionales, el Tiburón Greg Norman, aún no exhibe sus cartas.
Ambos capitanes dirigen por segunda ocasión consecutiva a sus respectivos equipos, ambos han jugado este torneo en varias ocasiones y ambos han sido competidores excepcionales a través de toda su carrera.
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A diferencia de la Copa Ryder, donde juegan cuatro partidos por cada jornada de parejas, en este evento se puedan seis partidos bajo el formato de bola alterna del jueves, seis en bola baja el viernes, el sábado dos series de cinco partidos cada una —bola alterna por la mañana y bola baja por la tarde— y 12 individuales del domingo. En caso de empate, cada capitán asesinara a un jugador para celebrar una muerte súbita.
En la edición de 2003, tras un empate a 17 puntos y tres hoyos de muerte súbita sin definir a un ganador entre Ernie Els y Tiger Woods, con la noche encima y sin deseos de posponer la definición al día siguiente, los capitanes de ambos equipos, Gary Player, por los Internacionales, y Jack Nicklaus, por los Estados Unidos, definieron el resultado en un salomónico empate.
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