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Keegan Bradley venció a Jason Dufner en el desempate del PGA Championship

Un final inesperado

Par 7. Redacción


Keegan Bradley

El peso de la inercia tuvo efectos devastadores en Jason Dufner, justo lo contrario de lo sucedido a Keegan Bradley, quien terminó levantando el Trofeo Wanamaker como campeón de la edición 93 del PGA Championship. Es el tercer jugador en la historia de los majors que gana uno en su primer intento.

Tras haber tenido que anotarse un triple-bogey en el hoyo 15, Bradley reaccionó con dos birdies en los hoyos siguientes, concluyendo con 8 bajo par, mientras que Jason, quien había llegado a -11 y llevaba una cómoda ventaja de cinco golpes faltando cuatro hoyos, comenzó a flaquear y a volverse víctima de los nervios, que le cobraron tres bogeys consecutivos en los hoyos 15, 16 y 17. La combinación dejó a ambos en -8, forzando el desempate a tres hoyos, como lo indica el reglamento del torneo. Keegan firmó para 68, mientras que Jason lo hizo para 69.

La inercia. Caballo que alcanza, gana. Bradley —quien había perdido toda esperanza de triunfo tras aquel horrible 6 en el hoyo 15, par 3, se encontró con la fortuna de su lado, pues más allá de su talento con el putter —que rindió fruto en los siguientes dos hoyos— el timing coincidió con el inicio de la debacle de Dufner, lo que agotó la diferencia entre ellos en cosa de minutos. Ante las direcciones de ambos vectores, el desempate parecía un mero trámite… y así fue. Keegan abrió con birdie en el hoyo 16, contra par de Jason, par contra bogey en el 17 y la ventaja subió a dos; el birdie final de Dufner honró su gran actuación durante la semana, pero no fue suficiente para evitar que, con par, Bradley ganara el derecho de levantar el trofeo de campeón del PGA Championship 2011.

Esto solía ser innecesario, pero:

¿Quíen es Keegan Bradley?

Con 25 años de edad y en su temporada de novato, Keegan no era otra cosa que el sobrino de la legendaria Pat Bradley y, por añadidura, el hijo de un profesional de la PGA en Vermont (de campo, no de tour). Cuando ganó en desempate el HP Byron Nelson Championship —también aprovechando el descalabro del líder— surgió como uno de los nombres nuevos en la baraja del PGA Tour, pero nada como para brindarle especial atención. Antes de este torneo estaba ubicado en la posición 108 del ranking mundial. A partir del pasado domingo su nombre ya habrá quedado grabado en los anales de la historia como uno de los más sorpresivos triunfos que se hayan registrado en este campeonato. Hoy es mucho más famoso, mucho más rico —añadió poco más de 1.44 millones de dólares a su cuenta de banco, más lo que venga por patrocinios—, ascendió al lugar 29 del ranking mundial, ganó su acceso a los cuatro grandes en los próximos años y estará al menos en los dos primeros capítulos de los playoffs, que están por comenzar. Para orgullo de sus compatriotas, con su victoria rompió una racha de seis torneos grandes consecutivos sin triunfos para los Estados Unidos. En pocas palabras, su vida habrá dado un impresionante vuelco que en mucho se debe a la debacle de Dufner.

¿Y quién es Jason Dufner?

Nacido hace 34 años en Cleveland y profesional desde el 2000, Jason ingresó al Tour de la PGA en 2007 y, desde entonces, ha participado en 148 torneos sin conocer la victoria. Sus máximos logros antes de este subcampeonato, habían otros dos segundos lugares: uno en 2007 y otro en este 2011. Su carrera podría considerarse como exitosa en términos económicos, pues supera ya los 7 millones de dólares como miembro del circuito. Ascendió al cuarto lugar de la Copa Fedex y al 38 en el ranking mundial. Con respecto a su terrible caída en los Hoyos finales, comentó en tono optimista: «viniendo donde yo vengo, estar en esa posición es un sueño hecho realidad. Podría no haber imaginado jugar en un campeonato major. No dejaré que esto defina mi carrera».

Los demás

En tercer lugar concluyó el danés Anders Hansen, con ronda de 69 y acumulado de 7 bajo par. A dos golpes de distancia concluyeron tres veteranos que compartieron el cuarto lugar: el excampeón de este torneo, David Toms (67), el también estadounidense Scott Verplank (70) y el sueco Robert Karlsson (67). El australiano Adam Scott, quien ganó recientemente el WGC Bridgestone Invitational con Steve Williams (ex de Tiger Woods) como caddie, concluyó en la séptima posición con 4 bajo par. Tras él, con un golpe más, compartieron la octava el número 1 del mundo, Luke Donald y su más cercano perseguidor, su paisano Lee Westwood.

Entre los jugadores notables que no pasaron el corte —establecido en 144 golpes— se ubican el alemán Martin Kaymer (72, 73 = 145) —campeón defensor—, el sorprendente australiano Jason Day (71, 74 = 145), el norteamericano Dustin Johnson (75, 72 = 147) y el norirlandés Graeme McDowell (74, 78 = 152).

El norirlandés Rory McIlroy —campeón del Abierto de los Estados Unidos— se lesionó al golpear su bola contra la raíz de un árbol en la primera ronda y debió jugar lastimado el resto del torneo; no obstante, pasó el corte y concluyó en la posición 64 con 11 sobre par.

¿Y el Tigre?

Pasando por uno de los peores momentos de su carrera, el que fuera el mejor golfista del planeta por más de una década, no da muestras de mejorar para salir del bache en el que está hundido desde hace ya más de un año y medio. La presencia de Tiger Woods resaltó la importancia del evento, pero su actuación solo nos confirmó que tiene muchísimo trabajo pendiente para intentar llegar a un razonable nivel de competencia. Salió el primer día por el hoyo 10 y sorprendió a todos con tres birdies en los primeros cinco hoyos, pero a partir de allí sus problemas se multiplicaron, debiendo firmar para 77, 7 sobre el par. Su segunda ronda fue otro subibaja de birdies, pares, bogeys y doble-bogeys, que concluyó en 73 impactos, para un total de 10 sobre par.

Si bien es cierto que la lista es extensa, también lo es que difícilmente pudiese ganar el torneo alguien que no estuviera aquí mencionado, con excepción, quizá, del inglés Lee Westwood (38).

¿Y el campo?

El campo del Atlanta Athletic Club fue una exigente aduana para los jugadores. Se jugó como un larguísimo par 70 que llegó a extenderse hasta 7467 yardas. El promedio del torneo fue de 72.3109 golpes por ronda, siendo el hoyo 18 —un par 4 de 507 yardas— el más difícil del trayecto, arrojando un promedio de 4.5839 impactos. El más fácil fue el hoyo 5 —par 5 de 565 yardas— cuyo promedio fue de 4.6609 tiros por recorrido.

«Solo me mantuve diciendo: "No dejes que ese hoyo defina todo este torneo".»

Keegan Breadley
(sobre su triple-bogey
en el hoyo 15)

 

Jason DufnerJason Dufner

«Viniendo de donde yo vengo, estar en esa posición es un sueño hecho realidad. Podría no haber imaginado jugar en un campeonato major. No dejaré que esto defina mi carrera»

Jason Dufner

 
 
Lugar Jugador R1 R2 R3 R4 Total Par Ingresos
1 Keegan Bradley 71 64 69 68 272 -8 $1,445,000
2 Jason Dufner 70 65 68 69 272 -8 $865,000
3 Anders Hansen 68 69 70 66 273 -7 $545,000
T4 Robert Karlsson 70 71 67 67 275 -5 $331,000
T4 David Toms 72 71 65 67 275 -5 $331,000
T4 Scott Verplank 67 69 69 70 275 -5 $331,000
7 Adam Scott 69 69 70 68 276 -4 $259,000
T8 Lee Westwood 71 68 70 68 277 -3 $224,500
T8 Luke Donald 70 71 68 68 277 -3 $224,500
T10 Kevin Na 72 69 70 67 278 -2 $188,000