Martin Kaymer |
En estos días, en todos los sitios de internet dedicados al golf se habla del Campeonato de la PGA, el cuarto y último grande del año. Con la presencia de Tiger Woods como participante, pero ausente como el histórico número uno del mundo y sempiterno favorito de cada grand slam —al grado de haber ganado 14 en poco menos de 15 años—, la baraja se extiende más allá de lo imaginable y prácticamente se requiere de un prestidigitador para mostrar tantos ases en forma equilibrada.
Los jóvenes y los no tan jóvenes, los estadounidenses, los europeos y los del resto del mundo, los consagrados y los que sin duda llegaran a serlo, los acostumbrados a ganar y los que pueden dar la sorpresa. El field estará lleno de estrellas en el firmamento del Atlanta Athletic Club, que presentará un trazado de 7463 yardas, pero se jugará como par 70. Un gigantesco campo de golf que demandará la perfección de quien aspire a llevarse el trofeo Wanamaker, pero también un desafío a la paciencia, a la confianza y a una perfecta administración del juego, a través de los 72 hoyos de la competencia.
Helen Ross, jefe de corresponsales de pgatour.com (en http://www.pgatour.com/2011/r/08/08/pga-generation-preview/index.html##), propone una interesante separación de favoritos, colocando a cada uno con los de su generación. De esta forma, menciona entre los que están viviendo la tercera década de su vida, al norirlandés Rory McIlroy (22 años), al australiano Jason Day (23), a los estadounidenses Rickie Fowler (22) y Dustin Johnson (27), así como al sudafricano Charl Schwartzel (26), flamante campeón del Masters.
Entre los que ya rebasaron los 30 años, pero no han llegado a los 40, incluye a los estadunidenses Tiger Woods (35) y Nick Watney (30), al reciente campeón australiano Adam Scott (31), al español Sergio García (31) y, finalmente, al inglés Luke Donald (33).
Entre los cuarentones que pueden considerarse como favoritos, Helen menciona a Darren Clarke (42), al zurdo Phil Mickelson (41), a Steve Stricker (44), al coreano K. J. Choi (41), al argentino Ángel Cabrera (41) y al irlandés Padraig Harrington (39), quien en tres semanas completará su cuarta década.
Hay dos jóvenes a los que Ross ha decidido incluir, a pesar de que por su juventud no pertenecen siquiera el primero de estos grupos, pero que han mostrado madera para darnos una enorme sorpresa. Ellos son el italiano Matteo Manassero (18) y el japonés Ryo Ishikawa (19).
Si bien es cierto que la lista es extensa, también lo es que difícilmente pudiese ganar el torneo alguien que no estuviera aquí mencionado, con excepción, quizá, del inglés Lee Westwood (38).
Si me dieron la oportunidad de elegir a un jugador de cada grupo, entre los más jóvenes me quedaría con el australiano Jason Day —subcampeón de las más recientes ediciones del Masters y del U. S. Open de este año— y con Dustin Johnson, quien ya estuvo a punto de ganar dos majors el año pasado; con Luke Donald —quien ostenta el título del mejor golfista del mundo por el momento y ha dado convincentes pruebas de ello— y con Adam Scott —quien acompañado del excaddie de Tiger Woods, Steve Williams, parece estar alcanzando su mejor nivel—, entre los treintañeros; y con el zurdo Phil Mickelson y el coreano K. J. Choi, entre los cuarentones, por haber demostrado ambos, a través de los años, un sobresaliente desempeño en los torneos más difíciles del calendario.
Este jueves dará inicio el torneo y, con el paso de las horas, comenzarán a despejarse las dudas acerca de estas predicciones. Lo cierto es que se tratará de un gran torneo, que estarán los mejores del mundo y que el campo les exigirá un perfecto desempeño para obtener el campeonato.
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