Darren Clarke ganó en forma brillante
el Open británico

El campeón del pueblo

Par 7. Redacción

Con el triunfo de Darren Clarke en la edición 140 del Open británico, se le hace justicia a uno de los grandes iconos del golf europeo. Con 42 años de edad, el originario de Dungannon, Irlanda del Norte, tuvo una actuación destacadísima y, con un acumulado de 275 golpes, 5 bajo par, superó por tres a un Phil Mickelson —que tuvo un inicio impresionante— y a Dustin Johnson, que se mantuvo también en la pelea por un buen rato.

SANDWICH, Kent, Inglaterra.– Con esta sorprendente victoria en el difícil campo de Royal St. Georges, gana el golf relajado, ganó el golf divertido y gana el golf competitivo, pero no aquel en el que la vida va de por medio en el camino al triunfo, sino el de llegar a él a través del elemento vital en el que se forjó este deporte: el gozo de practicarlo. Quizá por ello, en una encuesta realizada por un diario británico acerca del favorito para ganar este torneo, fue precisamente Darren el elegido.

Tras dos pares iniciales, el rubio de 33 años ligó birdies consecutivos en los siguientes cuatro hoyos, añadió cinco más en los hoyos 9, 10, 16, 17 y 18. Un total de nueve birdies sin errores, motivo más que suficiente para celebrar este nuevo triunfo. Andersson, con una ronda mejor aún, 62 golpes, que incluyeron un águila en el hoyo 18, se alzó hasta el segundo sitio; detrás de él un grupo de siete jugadores —entre quienes destaca el argentino Ángel Cabrera— compartieron el tercer lugar con 14 bajo par.

Al igual que otros como el español Miguel Angel Jiménez, Darren prefiere una opípara cena con vino y un buen puro, que acostarse temprano haciendo ejercicios de meditación. Si bien se mantiene en forma, es evidente un ligero sobrepeso, pero es evidente también que se trata de un ser humano resuelto a ser feliz, aún después de haber vivido el penoso fallecimiento de su esposa, a causa de una larga enfermedad. Si bien nunca había ganado un major, también está claro que, previo a este campeonato, ya contaba con un palmarés que lo coloca entre los jugadores excepcionales de la época actual. Es por ello que el Champion Golfer of the Year de 2011, le hace justicia al golf que todos jugamos durante un fin de semana.

La ronda final fue emocionante de principio a fin. Al término del tercer recorrido, Darren aventajaba por un golpe a Johnson y por tres a un sorprendente Ricky Fowler, quien quiso demostrarnos que también de este lado del océano hay alguien capaz de cristalizar una hazaña como la de Rory McIlroy en el pasado Abierto de los Estados Unidos.

Clarke había conseguido un birdie en el hoyo 2, pero debió devolver el golpe dos hoyos después y mantenerse en el par de la cancha, pero seguramente se enteró por los múltiples tableros del campo, que el zurdo Phil Mickelson conseguía su tercer birdie en los primeros seis hoyos y aderezaba su hazaña con un águila en el hoyo 7, con lo que empataría el liderato. Lejos de amilanarse por la presión, Darren reaccionó en ese mismo hoyo 7, ejecutando un segundo golpe excepcional en dicho par 5, que dejó su bola a 20 pies del hoyo, consiguiendo también embocar el águila que lo volvía a separar de sus adversarios.

A partir de ese momento, su juego se mantuvo estable y no fueron necesarios nuevos riesgos, ya que los rivales empezaban a ceder terreno con sus propios errores. Dustin le había quitado un golpe al campo en 13 hoyos, pero en el 14 se fue fuera de límites y terminó notándose un 7 en el par cuatro. Phil, por su parte, continuó jugando extraordinariamente bien y añadió un birdie más en el hoyo 11, manteniendo sus esperanzas de un primer triunfo en tierras británicas, pero a partir del siguiente hoyo comenzó una debacle que incluyó cuatro bogeys en los siguientes seis hoyos. El zurdo concluiría con un 68 y Johnson con 70, compartiendo ambos el segundo lugar con 278 impactos, dos bajo el par de campo. Mientras ello sucedía, el norirlandés acumularía nueve pares consecutivos y llegaría con una cómoda ventaja a los dos hoyos finales, a los que se dio el lujo de hacerles bogey y, ante la algarabía de un público totalmente entregado a su persona, sellaría su triunfo con tarjeta de 70 golpes.

Los dioses del golf, por supuesto, tuvieron su participación en esta hazaña. En dos ocasiones parecía que la bola de Clarke se encontraría con uno de esos pequeños, pero profundos búnker es, pero su bola evadió la gravedad —seguramente ayudada por los etéreos seres—y tras extraños botes continuaron su camino por el verde césped inglés.

Junto con ellos tres el otro jugador que concluyó por debajo del par de campo fue el danés Thomas Björn (71), con suma de uno bajo par. Otros tres estadounidenses, Fowler (72), Chad Campbell (69) y Anthony Kim (70), finalizaron el torneo en el par de campo, con 280 impactos. El resto del field debió incluir un signo "+" antecediendo a su cifra final.

El campo de Royal St. Georges fue una difícil aduana para los protagonistas, pues estuvo cobijado por un clima adverso durante gran parte el torneo, donde el frío y la lluvia hicieron acto de presencia. Se jugó a una configuración par 70 con 7211 yardas.

Con 42 años y 337 días, Clarke se convirtió en el más longevo jugador en ganar el Open, desde que en 1967, el argentino Roberto de Vicenzo lograr el título en Holylake, a los 44 años y 93 días. También se convirtió en el más viejo campeón de un major desde que Ben Crenshaw triunfo en el Masters de 1995, con 43 años y 88 días. La más feliz de sus estadísticas fue para sus paisanos, pues es el tercer oriundo de Irlanda del Norte que gana un torneo grande en los últimos 11 meses, uniéndose a Graeme McDowell —campeón del Abierto de los Estados Unidos 2010— y a Rory McIlroy, quien hizo lo propio en este mismo año.

A este histórico triunfo resulta imposible restarle el alto contenido emocional. Hace cinco años, él mismo fue clave para el triunfo europeo en la Copa Ryder en su país, apenas un mes después del fallecimiento por cáncer de su esposa Heather.

«Hemos sido bendecidos con dos jugadores fantásticos en Rory (McIlroy) y GMac (Graeme McDowell), y yo solo acabo de llegar, como el único tipo detrás de ellos. Tenemos campos de golf fantásticos, instalaciones fantásticas, pero lograr tres campeonatos majors desde un pequeño lugar en un corto período de tiempo es simplemente increíble.»

 

 

 

 

 

 

 

«En términos de lo que está sucediendo dentro de mi corazón, obviamente hay alguien que está mirando desde allá arriba y sé que ella estaría muy orgullosa de mí. Probablemente me está diciendo: "Te lo dije".»

Darren Clarke.